La UE busca un papel en las conversaciones de paz para Ucrania

La UE lucha por conseguir un papel en las conversaciones de paz para Ucrania mientras está dividida sobre el uso de 210.000 millones de euros en activos rusos congelados. Bélgica se opone al plan de reparación de la UE por los riesgos legales.

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El dilema diplomático de Europa: activos congelados y negociaciones de paz

Mientras las negociaciones de paz para Ucrania ganan impulso, la Unión Europea se encuentra en una posición precaria: intenta desesperadamente conseguir un lugar en la mesa de negociaciones mientras lidia con divisiones internas sobre el uso de los activos rusos congelados para apoyar a Kiev. La situación ha alcanzado un punto crítico en diciembre de 2025, con Estados Unidos avanzando con sus propias iniciativas de paz mientras los líderes europeos intentan hacer valer su influencia.

El plan de paz estadounidense y las preocupaciones europeas

La propuesta de paz de 28 puntos de Estados Unidos, que requeriría que Ucrania se retire de las zonas que aún controla en la región de Donetsk y reconozca efectivamente el control ruso sobre Donetsk, Crimea y Lugansk, ha causado conmoción en las capitales europeas. 'Podría ser una semana decisiva para la diplomacia', dijo la jefa de Asuntos Exteriores de la UE, Kaja Kallas, al llegar a una reunión de ministros de Defensa de la UE en Bruselas. 'Está claro que Rusia no quiere la paz, y por eso debemos hacer a Ucrania lo más fuerte posible'.

El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, ha buscado activamente el apoyo de los aliados europeos, quienes temen que el plan estadounidense—elaborado sin la aportación de Kiev o Europa—parezca una lista de deseos para Moscú. 'No es justo excluir a los aliados europeos de las conversaciones de reconstrucción de Ucrania', dijo Zelenskyy el lunes, mientras los esfuerzos para poner fin a la guerra con Rusia estaban en pleno apogeo.

El dilema de los activos congelados

En el corazón del dilema de la UE se encuentran unos 210.000 millones de euros en activos congelados del banco central ruso, la mayoría de los cuales están retenidos por Euroclear en Bruselas. La Comisión Europea ha propuesto una "reparación" que utilizaría estos activos congelados para proporcionar a Ucrania 140.000 millones de euros en financiación—un plan que ha expuesto profundas divisiones dentro del bloque.

El primer ministro belga, Bart De Wever, se ha convertido en el opositor más vocal, advirtiendo que el uso de los activos violaría 'un principio fundamental del derecho internacional' y causaría inestabilidad en los mercados financieros globales. En una carta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, De Wever calificó el plan de préstamo como 'fundamentalmente erróneo' y advirtió de posibles represalias rusas dirigidas específicamente a Euroclear y a Bélgica.

'Estamos dispuestos a hacer sacrificios, pero no lo imposible', ha declarado De Wever, lo que refleja la posición belga de que cualquier plan debe incluir garantías claras y un reparto de riesgos entre los 27 Estados miembros de la UE.

La unidad europea bajo presión

El debate sobre los activos congelados ha expuesto importantes fracturas dentro de la UE. Mientras Francia y Alemania lideran la lucha por la aportación europea a las negociaciones de paz, países como Bélgica siguen siendo cautelosos. El presidente francés, Emmanuel Macron, ha subrayado que 'un plan entre Rusia y Ucrania para poner fin a las hostilidades solo puede concluirse con la participación de Kiev y las potencias europeas'.

Mientras tanto, el Banco Central Europeo ha añadido una capa adicional de complejidad al declarar que no puede apoyar el plan de la UE porque probablemente violaría los tratados que prohíben la financiación monetaria. Esto ha arrojado más dudas sobre los esfuerzos para llegar a un acuerdo este mes.

A pesar de estos desafíos, varios miembros de la UE siguen adelante. El ministro de Finanzas portugués, Joaquim Miranda Sarmento, confirmó que su gobierno 'apoya, desde un punto de vista general, la creación de un préstamo basado en activos rusos congelados', al tiempo que reconoció que los aspectos técnicos aún deben resolverse. El primer ministro español, Pedro Sánchez, también ha anunciado su apoyo al uso de los activos rusos congelados para la reconstrucción de Ucrania.

El camino a seguir

Los líderes de la UE debatirán la cuestión de los activos congelados durante una cumbre el 18 de diciembre, donde deberán decidir si proceden con la reparación o encuentran formas alternativas de apoyar a Ucrania. Las apuestas no podrían ser más altas—con Rusia logrando, según un análisis de la AFP, su mayor avance en Ucrania desde noviembre de 2024, y Ucrania enfrentándose tanto a la presión militar como a los desafíos políticos internos.

Como señaló el ministro de Defensa danés, Troels Lund Poulsen: 'Aunque las negociaciones de paz están en marcha, no veo señales de la voluntad de Rusia de detener las hostilidades en Ucrania. Esto debe tenerse en cuenta para que Europa no se quede al margen y parezca ingenua'.

Las próximas semanas pondrán a prueba la unidad y la habilidad diplomática europeas mientras el bloque navega entre apoyar a Ucrania, gestionar las relaciones con Estados Unidos y abordar las preocupaciones legítimas sobre las implicaciones jurídicas y financieras del uso de los activos rusos congelados. El resultado no solo dará forma al futuro de Ucrania, sino que también definirá el papel de Europa en el orden internacional de posguerra.

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