Acuerdos de deportación de Trump en África: Dinero sobre derechos humanos

La administración Trump expande las deportaciones a cinco países africanos mediante incentivos financieros, generando serias preocupaciones sobre derechos humanos relacionadas con las condiciones de detención y violaciones del debido proceso.

EEUU expande deportaciones a terceros países en África

La administración Trump está expandiendo rápidamente su controvertido programa de deportaciones a terceros países hacia naciones africanas, con cinco países aceptando actualmente migrantes que Estados Unidos quiere expulsar. Ruanda, Ghana, Uganda, Eswatini y Sudán del Sur han establecido acuerdos con Washington para recibir deportados que a menudo no tienen conexión alguna con estos países africanos.

'Que se sepa tan poco sobre estos acuerdos, y sobre las condiciones en las que terminan estas personas, es un gran problema,' afirma Galina Cornelisse, profesora de derecho transnacional en la Universidad Libre de Ámsterdam. 'Con frecuencia, un avión ya ha despegado antes de que un juez decida si la expulsión es legítima.'

Incentivos financieros impulsan los acuerdos

Los arreglos financieros detrás de estos acuerdos se están volviendo cada vez más claros. Ruanda recibe 7,5 millones de dólares de EE.UU. por aceptar hasta 250 deportados, mientras que Eswatini obtiene 5,1 millones de dólares por acoger migrantes. Human Rights Watch ha documentado estos incentivos financieros en sus informes recientes.

'Y así se crea una situación de beneficio mutuo,' señala Laetitia Bader, directora para el Cuerno de África en Human Rights Watch. 'Ventajas económicas y políticas para los países africanos, a cambio de acoger a los migrantes de los que EE.UU. quiere deshacerse. Y los migrantes son las víctimas.'

Aumentan las preocupaciones sobre derechos humanos

Las condiciones que enfrentan los deportados al llegar plantean serias preocupaciones sobre derechos humanos. Abogados de migrantes enviados a Ghana contaron a periodistas que sus clientes 'habían estado detenidos durante dieciséis horas en camisas de fuerza' durante su vuelo. Tras la llegada, fueron confinados en 'condiciones terribles.' Han surgido informes similares de Sudán del Sur y Eswatini, donde los migrantes fueron encarcelados inmediatamente después del aterrizaje.

Bader señala las malas condiciones en este tipo de centros de detención: 'Están superpoblados y la higiene es deficiente.' Según ella, a menudo no se permite a los migrantes contactar con familiares o abogados.

Desafíos legales y derecho internacional

El programa enfrenta importantes desafíos legales relacionados con el debido proceso y las protecciones bajo el derecho internacional. Expertos en derechos humanos de la ONU han expresado grave preocupación por la reanudación de las deportaciones estadounidenses a terceros países, advirtiendo que esta práctica plantea importantes preocupaciones de derechos humanos.

Cornelisse observa la erosión de los sistemas legales internacionales: 'Otros países ven cómo en EE.UU. no se esperan o se ignoran las decisiones judiciales, y piensan: probemos esto también.' Sin embargo, enfatiza las diferencias entre los sistemas legales estadounidenses y europeos: 'En Europa, los jueces pueden bloquear más fácilmente cosas, como el plan del Reino Unido de enviar migrantes a Ruanda para que esperen allí su procedimiento de asilo.'

Lista creciente de países socios

El crecimiento constante de países africanos dispuestos a aceptar deportados de EE.UU. preocupa a los expertos. 'Todavía son números pequeños, pero existe una posibilidad real de que esto se vuelva mucho más grande,' piensa Cornelisse. 'Cuantos más gobiernos acepten este tipo de acuerdos, más normal se volverá. Aunque no lo es.'

No todos los países africanos han estado dispuestos a participar. Nigeria se ha negado explícitamente a hacer acuerdos con Washington. 'Instamos urgentemente a los jefes de estado africanos a que no cedan,' dice Bader.

La expansión de estos acuerdos de deportación representa un cambio significativo en la política migratoria estadounidense y plantea preguntas fundamentales sobre la protección de los derechos humanos en la gestión migratoria internacional.

Daniel Takahashi

Daniel Takahashi es un distinguido corresponsal extranjero que informa desde el sudeste asiático. Con profundas raíces en Japón, aporta una perspectiva cultural única a su periodismo internacional.

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