Países de la UE aprueban relajación histórica de modificación genética
En una decisión histórica que podría transformar el panorama agrícola europeo, una mayoría de estados miembros de la Unión Europea ha votado a favor de relajar la normativa sobre alimentos modificados genéticamente. Esto permitiría que algunos productos creados mediante edición genética se vendan en supermercados en el futuro sin etiquetado especial. La decisión, tomada durante una reunión del comité de representantes permanentes del bloque el viernes, representa un cambio político significativo para la UE, que tradicionalmente ha mantenido algunas de las normas sobre OMG más estrictas del mundo.
El nuevo marco regulatorio
El acuerdo se centra en las Nuevas Técnicas Genómicas (NGT), que difieren de la modificación genética tradicional al realizar cambios genéticos dirigidos que podrían ocurrir de forma natural, en lugar de introducir ADN extraño. Según el acuerdo provisional alcanzado a principios de diciembre, las plantas desarrolladas mediante NGT se clasificarán en dos grupos: plantas NGT-1, consideradas equivalentes a las convencionales y exentas de etiquetado obligatorio (excepto para semillas), y plantas NGT-2, que permanecerán bajo la legislación OMG existente.
'Con este acuerdo, hemos dado un gran paso para fortalecer la competitividad del sector agrícola y alimentario europeo,' declaró Dinamarca, que actualmente ocupa la presidencia rotatoria de la Unión Europea. La presidencia danesa subrayó que el nuevo marco busca combinar innovación con consideraciones de seguridad, al tiempo que mejora la capacidad europea para desarrollar cultivos resistentes al clima.
División política y resistencia alemana
La votación reveló una división considerable entre los estados miembros de la UE. Aunque una mayoría suficiente apoyó la propuesta, Alemania se abstuvo notablemente de la discusión, y otros ocho países – Austria, Bélgica, Bulgaria, Croacia, Hungría, Rumanía, Eslovaquia y Eslovenia – no estuvieron de acuerdo con la propuesta.
El ministro alemán de Medio Ambiente, Carsten Schneider, lanzó una crítica mordaz a la decisión, calificándola de 'un grave error.' Schneider advirtió que 'si el Parlamento Europeo no corrige este error, el foco estará en limitar el daño para Alemania.' Enfatizó que 'la agricultura no modificada genéticamente debe seguir siendo viable y asequible' y subrayó la necesidad de cadenas de suministro que puedan distinguir claramente entre productos modificados genéticamente y libres de OMG.
Contexto científico y posicionamiento global
El consenso científico, como señalan organizaciones como la Organización Mundial de la Salud y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, sostiene que los alimentos actualmente disponibles derivados de cultivos transgénicos no presentan un riesgo mayor para la salud humana que los alimentos convencionales. Sin embargo, cada alimento transgénico requiere pruebas caso por caso antes de su introducción.
Este cambio regulatorio acerca a la UE a enfoques utilizados en países como Estados Unidos y Canadá, donde el etiquetado de OMG es voluntario en lugar de obligatorio. El paso se ve como un intento de impulsar la competitividad de Europa en biotecnología agrícola mientras se abordan las crecientes preocupaciones sobre seguridad alimentaria y adaptación climática.
Próximos pasos y revisión parlamentaria
Ahora que los países de la UE han dado su aprobación al compromiso negociado por los representantes, la comisión de medio ambiente del Parlamento Europeo planea votar sobre el acuerdo en su próxima reunión en enero. Se espera que la legislación genere un debate considerable en el Parlamento, donde la oposición de socialdemócratas, verdes y eurodiputados de izquierda podría requerir el apoyo de grupos de extrema derecha para su aprobación.
Las organizaciones medioambientales han expresado preocupación por las posibles implicaciones. Según Sustainable Pulse, los críticos advierten que la desregulación podría permitir que plantas modificadas genéticamente no probadas y sin etiquetar entren en el medio ambiente y la cadena alimentaria, posiblemente beneficiando a las empresas de biotecnología a expensas de agricultores, consumidores y la protección ambiental.
Implicaciones más amplias para la agricultura europea
El cambio regulatorio llega en un momento crítico para la agricultura europea, que se enfrenta a crecientes desafíos por el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la competencia global. Los defensores argumentan que las NGT pueden ayudar a desarrollar cultivos que requieran menos pesticidas, sean más resistentes a la sequía y las enfermedades, y contribuyan a sistemas de producción alimentaria sostenibles.
Sin embargo, el debate subraya las tensiones continuas entre innovación y precaución en la política europea. Como señala el análisis de Reuters, este acuerdo representa un cambio histórico tras años de intenso debate sobre cómo regular las tecnologías genéticas emergentes mientras la UE mantiene su compromiso con la seguridad alimentaria y la elección del consumidor.
El cronograma final de implementación sugiere que la normativa podría publicarse en 2026 y entrar en vigor dos años después, dando a las partes interesadas tiempo para adaptarse al nuevo marco que cambiará fundamentalmente cómo se regula la modificación genética en toda la Unión Europea.