
Prueba global de conversión de residuos plásticos en hidrógeno
Una instalación innovadora en Gales está transformando residuos plásticos oceánicos en combustible limpio de hidrógeno mediante un proceso de pirólisis revolucionario. La planta piloto de Powerhouse Energy Group procesa plásticos no reciclables que de otro modo contaminarían los océanos o vertederos.
Cómo funciona la tecnología
El sistema utiliza una Unidad de Prueba de Materia Prima (FTU) que descompone térmicamente el plástico en un horno rotativo libre de oxígeno a altas temperaturas. Este proceso de pirólisis convierte los plásticos en gas de síntesis, una mezcla de 40-60% de hidrógeno, metano y monóxido de carbono. Tras la purificación, el hidrógeno puede alimentar celdas de combustible, vehículos o procesos industriales.
La capacidad actual es de 2.5 toneladas de plástico por día, pero la tecnología puede escalarse hasta 35 toneladas diarias. El sistema flexible puede procesar plásticos mixtos o contaminados que el reciclaje tradicional no puede manejar.
Impacto ambiental
Este enfoque aborda dos problemas ambientales simultáneamente:
- Previene que el plástico llegue a los océanos (8 millones de toneladas anuales)
- Produce combustible de hidrógeno limpio sin usar combustibles fósiles
- Reduce residuos en vertederos y evita emisiones tóxicas por incineración
Pruebas iniciales muestran operación estable durante días consecutivos con rendimientos prometedores de gas de síntesis. La empresa está optimizando parámetros para maximizar la producción de hidrógeno de diferentes tipos de plástico.
Potencial futuro
Si el escalamiento es exitoso, esta tecnología podría llevar a:
- Estaciones de hidrógeno cerca de zonas costeras con recolección de residuos
- Incentivos económicos para iniciativas de limpieza oceánica
- Reemplazo del 15-20% del diésel en vehículos recolectores
- Reducción de la contaminación plástica en ecosistemas marinos
El proyecto representa un avance significativo en tecnología de conversión de residuos a energía y apoya objetivos globales de descarbonización. Se están considerando proyectos similares en el Sudeste Asiático y Sudamérica, donde se acumula más plástico oceánico.