Dinamarca pone fin a más de 400 años de entrega de cartas y retira sus icónicos buzones rojos. Se producen pérdidas de empleo y subastas benéficas, ya que la digitalización hace que el correo tradicional sea económicamente insostenible. Surgen alternativas privadas mientras los Países Bajos extienden los plazos de entrega.
Un final histórico para el servicio postal danés
Hoy marca un punto de inflexión histórico en la historia postal de Dinamarca. PostNord, el principal servicio postal del país, entrega su última carta depositada en un buzón tradicional. Esta decisión radical pone fin a más de 400 años de tradición postal y convierte a Dinamarca en el primer país que suprime completamente el servicio público de entrega diaria de cartas. Los icónicos buzones rojos que durante generaciones adornaron las calles danesas están siendo retirados, y ya se han eliminado y donado a subastas benéficas alrededor de 1.500 unidades.
'Este es el fin de una era que sobrevivió a guerras y revoluciones industriales, pero no pudo sobrevivir a la era digital,' dijo el historiador postal Lars Jensen, quien ha documentado la historia postal danesa durante décadas. 'El buzón rojo fue durante siglos un símbolo de conexión entre los daneses, pero hoy se ha convertido en una reliquia del pasado.'
La digitalización impulsa el cambio
La decisión coincide con la posición de Dinamarca como uno de los países más digitalizados del mundo. Según las propias estadísticas de PostNord, el número de cartas enviadas ha disminuido en un asombroso 90% desde el año 2000. La empresa anunció este gran cambio ya en marzo de 2025 y desde entonces no ha visto motivos para cambiar de rumbo.
El CEO de PostNord, Mikkel Hansen, explicó la realidad financiera: 'Mantener una red nacional de buzones y rutas de entrega diaria de cartas simplemente ya no es económicamente viable. Aunque es emocionalmente difícil terminar con una tradición tan larga, debemos adaptarnos a hacia dónde va la sociedad.'
Pérdida de empleos y subastas benéficas
La transición tiene un costo humano significativo. Aproximadamente 1.500 de los 4.600 empleados de PostNord ya han perdido sus trabajos, y se espera más reestructuración ahora que la empresa se centra completamente en la entrega de paquetes. El creciente mercado del comercio electrónico ha convertido la entrega de paquetes en la única parte financieramente sostenible del negocio postal.
La retirada de los 1.500 icónicos buzones rojos de Dinamarca se ha convertido en un evento cultural en sí mismo. PostNord ha donado todos los buzones a Danmarks Indsamling, una coalición de organizaciones de ayuda danesas, que los subasta al público. Los precios oscilaron entre aproximadamente 200 y 270 euros dependiendo del estado, y aún queda un lote de 200 buzones programado para subasta en enero de 2026.
Surgimiento de servicios alternativos
Aunque PostNord deja de entregar cartas, los daneses no han perdido completamente la capacidad de enviar correo físico. La empresa privada DAO sigue aceptando cartas, pero con cambios significativos respecto al modelo tradicional. Las cartas deben ser franqueadas y direccionadas previamente en línea, y luego pueden entregarse en uno de los 1.500 puntos de servicio de DAO. La entrega tarda unos cinco días, muy lejos del servicio al día siguiente al que estaban acostumbrados los daneses.
'Vemos una demanda sorprendente de las generaciones más jóvenes,' señaló la portavoz de DAO, Karen Nielsen. 'Las personas de 18 a 34 años en realidad impulsan gran parte de nuestro volumen de cartas, quizás como reacción a la comunicación digital constante.'
Paralelismos holandeses y contexto europeo
El paso radical de Dinamarca se produce mientras otros países europeos luchan con desafíos similares. En los Países Bajos, PostNL ha recibido la aprobación del gobierno para extender el tiempo de entrega de cartas de uno a tres días a partir de 2027. El ministro holandés de Asuntos Económicos en funciones, Vincent Karremans, explicó la decisión: 'No puedo pedirle a una empresa que ejecute un mandato gubernamental con pérdidas a largo plazo. La regulación debe avanzar con los tiempos para seguir garantizando un servicio postal confiable.'
Sin embargo, la situación holandesa difiere significativamente. PostNL sigue estando legalmente obligada a mantener una red de buzones y entregar el correo dentro de ciertos plazos, aunque estos requisitos se han relajado. La empresa recientemente logró que se anulara una multa de millones por entregas tardías, lo que subraya la tensión entre los requisitos regulatorios y la realidad económica.
Impacto en grupos vulnerables
Aunque la infraestructura digital de Dinamarca se encuentra entre las más avanzadas del mundo, persisten preocupaciones sobre los grupos de población vulnerables. Las personas mayores, las personas con discapacidad y las que viven en áreas remotas que pueden no tener acceso a Internet confiable podrían enfrentar desafíos en la transición a una comunicación completamente digital.
La trabajadora social Anna Petersen expresó su preocupación: 'Para algunos de mis clientes mayores, recibir correo físico es su conexión principal con el mundo exterior. Necesitamos asegurar sistemas de apoyo alternativos antes de que este servicio sea completamente eliminado.'
El paso de Dinamarca representa un punto de inflexión en los servicios postales globales. Mientras otros países observan atentamente, el experimento danés ofrecerá información valiosa sobre cómo las sociedades pueden gestionar la transición de la comunicación física a la digital mientras mantienen servicios esenciales para todos los ciudadanos.
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