Se intensifican las tensiones transatlánticas sobre soberanía digital
La decisión de la administración Trump de imponer prohibiciones de visado al ex comisario europeo Thierry Breton y a cuatro activistas digitales europeos ha provocado una importante crisis diplomática entre Estados Unidos y sus aliados europeos. Esta medida sin precedentes, anunciada el 23 de diciembre de 2025, se dirige a personas que, según Washington, 'han emprendido esfuerzos organizados para obligar a las plataformas estadounidenses a censurar, devaluar y suprimir puntos de vista estadounidenses que rechazan'.
¿Quiénes son los afectados y por qué?
Las personas vetadas incluyen a Thierry Breton, el ex comisario francés de la UE para el Mercado Interior que jugó un papel crucial en la redacción de la Ley de Servicios Digitales (DSA) de la UE, junto con cuatro líderes de organizaciones sin fines de lucro europeas que combaten la desinformación. Entre ellos se encuentran Josephine Ballon y Anna-Lena von Hodenberg, directoras de la alemana HateAid, que apoya a víctimas de discursos de odio en línea.
El secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, declaró que las prohibiciones son una respuesta a lo que llamó 'actos de censura extraterritorial' dirigidos contra oradores y empresas estadounidenses. 'Estos individuos han emprendido esfuerzos organizados para obligar a las plataformas de redes sociales estadounidenses a censurar, devaluar y suprimir puntos de vista estadounidenses que rechazan', afirmó Rubio.
Contraataque europeo y defensa de la soberanía digital
La reacción europea fue rápida y contundente. La Comisión Europea condenó inmediatamente la decisión estadounidense y declaró: 'Nuestras normas digitales garantizan un entorno seguro, justo y equitativo para todas las empresas, y se aplican de manera justa y sin discriminación. Si es necesario, actuaremos con rapidez y determinación para defender nuestra autonomía regulatoria frente a medidas injustificadas.'
El presidente francés, Emmanuel Macron, utilizó la plataforma X para condenar las medidas, calificándolas de 'intimidación y coerción destinadas a socavar la soberanía digital europea'. Añadió: 'Junto con la Comisión Europea y nuestros socios europeos, seguiremos defendiendo nuestra soberanía digital y nuestra autonomía regulatoria.'
El Ministerio de Justicia alemán expresó solidaridad con los líderes vetados de HateAid y declaró que cuentan con el 'apoyo y la solidaridad' del gobierno alemán. El ministerio subrayó que 'las reglas con las que queremos vivir en el espacio digital en Alemania y Europa no se hacen en Washington'.
La Ley de Servicios Digitales en el centro del conflicto
El conflicto gira en torno a la Ley de Servicios Digitales de la UE, que Breton ayudó a diseñar durante su mandato como comisario de 2019 a 2024. La DSA, que entró en vigor en agosto de 2023 para las plataformas muy grandes, crea un espacio digital más seguro regulando los servicios en línea, incluidas las redes sociales, los mercados en línea y las tiendas de aplicaciones. Sus disposiciones clave incluyen requisitos para que las plataformas eliminen contenido ilegal, ofrezcan transparencia en la publicidad y proporcionen opciones de fuentes no personalizadas para evitar algoritmos adictivos.
Funcionarios estadounidenses han criticado cada vez más la DSA y la paralela Ley de Mercados Digitales (DMA) como una regulación discriminatoria que apunta a exitosas empresas tecnológicas estadounidenses. Solo en 2025, la UE ha impuesto multas significativas basadas en esta normativa, incluyendo 2.950 millones de euros a Google, 500 millones a Apple y 200 millones a Meta.
Contexto histórico y tensiones en escalada
La imposición de prohibiciones de viaje individuales por parte de EE.UU. es una medida excepcional que históricamente se había reservado para personas acusadas de corrupción generalizada y violaciones de derechos humanos. Entre los objetivos anteriores se encontraban el ex presidente gambiano Yahya Jammeh y funcionarios chinos acusados de abusos en Xinjiang.
Este último paso representa una escalada significativa en la creciente guerra de políticas digitales transatlánticas. Como informó Fortune, la administración Trump había amenazado previamente con represalias contra la regulación tecnológica de la UE y advirtió sobre aranceles y restricciones para empresas europeas que operan en el mercado estadounidense.
¿Qué sucede ahora?
La Comisión Europea ha solicitado aclaraciones a las autoridades estadounidenses sobre la base legal de las prohibiciones. El propio Breton respondió calificando la medida de 'caza de brujas' y defendió la DSA como democráticamente aprobada por el 90% del Parlamento Europeo y los 27 Estados miembros de la UE.
A medida que la política digital se vuelve cada vez más central en las dinámicas de poder global, este enfrentamiento subraya diferencias fundamentales en cómo EE.UU. y la UE abordan la gobernanza de Internet, la libertad de expresión y la responsabilidad corporativa. Con ambas partes defendiendo sus posiciones, el escenario está listo para una batalla prolongada sobre quién establece las reglas para el mundo digital.