
Marco Transatlántico Bajo Presión
El Marco de Privacidad de Datos UE-EEUU (DPF), establecido en 2023 para permitir flujos legales de datos, enfrenta nuevos desafíos tras la inestabilidad política en un organismo regulador clave estadounidense. Este marco reemplazó al Privacy Shield, invalidado por un tribunal de la UE que consideró que los acuerdos anteriores no ofrecían suficiente protección contra la vigilancia estadounidense.
Crisis en el Organismo Supervisor
En enero de 2025, el gobierno de Trump ordenó la renuncia de todos los miembros demócratas del Privacy and Civil Liberties Oversight Board (PCLOB). Este organismo independiente supervisa el cumplimiento de las salvaguardas de privacidad por parte de las agencias de inteligencia, un requisito clave del acuerdo UE-EEUU. Con solo un miembro restante, el organismo no puede funcionar.
"Si el PCLOB se debilita, se socava la confianza en la protección de los datos de los ciudadanos de la UE", afirmó la experta en privacidad Silvia Lorenzo Perez. La Comisión Europea está considerando retirar la decisión de adecuación sin período de transición si no se restablecen las garantías.
Consecuencias Económicas
Más de 5,000 empresas dependen de este marco. Su invalidación podría causar un caos similar al de la invalidación del Privacy Shield en 2020. El regulador noruego de privacidad ya advirtió en febrero de 2025 a las empresas que tomaran medidas preventivas. Alternativas como cláusulas contractuales estándar implican mayores costos e incertidumbre legal.
Desafíos Legales
La organización de privacidad NOYB, liderada por el activista Max Schrems, anunció nuevos procedimientos legales. En 2023, el Parlamento Europeo ya cuestionó si el DPF ofrecía suficiente protección. El tribunal especial de protección de datos (DPRC) sigue funcionando, pero carece de supervisión complementaria sin el PCLOB.