El asesinato del alcalde Carlos Manzo por el cártel de Jalisco ha provocado protestas nacionales y aumenta la presión sobre la presidenta Sheinbaum para abordar la violencia de los cárteles, mientras crece la participación estadounidense.
Asesinato de alcalde genera ira nacional
El brutal asesinato de Carlos Alberto Manzo Rodríguez, alcalde de Uruapán en el estado de Michoacán, ha provocado protestas generalizadas y aumentado la presión sobre el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum para actuar con determinación contra los poderosos cárteles de drogas. El alcalde de 45 años fue baleado el sábado mientras estaba rodeado por cientos de residentes y turistas, momentos después de haber pronunciado un discurso con su hijo pequeño en brazos.
Manzo, conocido por su característico sombrero de cowboy y chaleco antibalas, fue elegido el año pasado con un apoyo público abrumador precisamente porque se atrevió a confrontar lo que muchos políticos mexicanos evitan reconocer: que numerosos municipios están completamente controlados por el crimen organizado. A pesar de la protección de catorce policías fuertemente armados, un tirador vinculado al poderoso Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) logró acercarse lo suficiente para disparar múltiples veces. El atacante fue posteriormente asesinado por uno de los guardaespaldas de Manzo.
Creciente ira pública
El domingo, miles de mexicanos se unieron al cortejo fúnebre por Uruapán, exigiendo acción gubernamental inmediata contra las bandas criminales en el estado. En Morelia, la capital estatal, manifestantes asaltaron el edificio del gobierno regional, mientras que legisladores colocaron sombreros con manchas rojas en sus asientos para simbolizar la masacre. 'No podemos seguir viviendo con miedo mientras nuestros líderes son eliminados sistemáticamente,' dijo la residente local María González durante las protestas.
El asesinato representa el último de una serie de ataques que revelan las relaciones de poder en Michoacán y en todo México. Alcaldes, periodistas y líderes sindicales que se pronuncian contra los cárteles a menudo pagan con sus vidas. Según estadísticas oficiales, solo en los primeros seis meses de 2025 se han cometido más de 100 asesinatos políticos en México.
Estrategia de seguridad de Sheinbaum bajo escrutinio
Las críticas se dirigen cada vez más hacia la presidenta Claudia Sheinbaum y su partido Morena, que tiene mayorías en el Congreso y el Senado y gobierna la mayoría de los estados mexicanos. Aunque Sheinbaum sigue siendo muy popular, los mexicanos son más críticos con su política de seguridad. Una reciente encuesta gubernamental indica que la mayoría de los ciudadanos cree que México se ha vuelto más peligroso bajo su gobierno.
Sheinbaum parece preferir atacar al liderazgo de los cárteles mientras evita la confrontación total. Durante una conferencia de prensa después del asesinato de Manzo, declaró: 'Me niego a declarar la guerra a los cárteles como hicieron gobiernos anteriores. Ese enfoque solo conduce a más derramamiento de sangre.' Sin embargo, los expertos señalan que bajo su predecesor Andrés Manuel López Obrador, quien se centró en abordar las causas de la violencia, el poder de los cárteles aumentó porque en gran medida se les dejó en paz.
Resultados de seguridad mixtos
El gobierno de Sheinbaum puede señalar algunas estadísticas de seguridad positivas. En su primer año, más de 30,000 personas fueron arrestadas por sospecha de pertenencia a cárteles y se destruyeron aproximadamente 1,500 laboratorios de drogas. La tasa de homicidios en México se encuentra actualmente en su nivel más bajo en diez años. Sin embargo, este progreso se ve atenuado por un aumento significativo de desapariciones, lo que sugiere que la violencia está tomando otras formas en lugar de disminuir en general.
Presión internacional se intensifica
Estados Unidos ha convertido el combate contra los cárteles mexicanos de drogas en una prioridad absoluta. El gobierno estadounidense ha designado a varios cárteles, incluido CJNG, como organizaciones terroristas y ha amenazado con ataques con drones en territorio mexicano. México ya ha extraditado a docenas de líderes de cárteles a EE.UU., y los ataques estadounidenses contra presuntos barcos de drogas han aumentado la presión a lo largo de la costa del Pacífico mexicano.
Según un informe de NBC News, ha comenzado la fase de entrenamiento inicial para una posible misión estadounidense en México, incluyendo posibles operaciones terrestres. La presidenta Sheinbaum ha declarado enfáticamente que ningún personal militar estadounidense operará dentro de las fronteras mexicanas, pero con la violencia continua de los cárteles en gran parte de México y la impredecible política exterior del gobierno de Trump, tales escenarios se vuelven cada vez más plausibles.
El Cártel Jalisco Nueva Generación, responsable del asesinato de Manzo, se ha convertido en una de las organizaciones criminales más peligrosas de México. Designado como organización terrorista por el Departamento de Estado de EE.UU. en febrero de 2025, CJNG controla extensas redes de tráfico de drogas y es conocido por la violencia extrema, incluido el uso de drones y lanzacohetes en ataques.
Implicaciones más amplias
La situación en Michoacán refleja una crisis nacional. México sigue siendo el país más peligroso para periodistas fuera de zonas de guerra activas, y los gobiernos locales en muchos estados luchan por mantener la autoridad frente a grupos criminales bien armados. Mientras se planean protestas para este mes en la Ciudad de México, la presión sobre el gobierno de Sheinbaum para desarrollar una estrategia de seguridad efectiva sigue aumentando.
'Necesitamos protección real, no solo promesas,' declaró el líder comunitario de Uruapán Jorge Martínez. 'Cuando nuestros funcionarios electos pueden ser asesinados a plena luz del día, eso muestra cuán poco control tiene realmente el gobierno.'
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