
Violación masiva de privacidad expuesta en Italia
Meta ha cerrado un preocupante grupo de Facebook en Italia donde miles de hombres compartían secretamente fotos íntimas de sus esposas y parejas sin consentimiento. El grupo, llamado "Mia Moglie" (Mi Esposa), contaba con más de 30.000 miembros que intercambiaban imágenes explícitas tomadas sin autorización, frecuentemente acompañadas de comentarios denigrantes y de naturaleza sexual.
Seis años de abuso inadvertido
El grupo operó durante aproximadamente seis años antes de ser expuesto por la influencer feminista Carolina Capria y la ONG "No Justice No Peace". Los miembros compartían fotos de mujeres dormidas, vistiéndose o en posiciones vulnerables, con muchas imágenes tomadas a escondidas. El contenido incluía mujeres en bikinis, faldas cortas y momentos privados, todos compartidos sin su conocimiento o consentimiento.
Indignación pública y respuesta policial
El escándalo ha provocado una indignación generalizada en Italia, con autoridades recibiendo miles de denuncias de mujeres que se reconocieron en las imágenes compartidas. Barbara Strappato, subdirectora de la unidad de cibercrimen en Roma, declaró: "Todavía estamos recopilando toda la información. Esto implica difamación y distribución no autorizada de material íntimo. Nunca había visto comentarios tan perturbadores en redes sociales".
Respuesta de Meta y críticas continuas
Meta finalmente eliminó el grupo tras la presión pública y declaró: "No toleramos contenido que promueva violencia sexual, abuso o explotación. Dichos grupos son desactivados y la información se comparte con las autoridades". Sin embargo, los críticos se preguntan cómo un grupo con miles de miembros y contenido explícito pudo pasar desapercibido tanto tiempo en la plataforma de Facebook.
Consecuencias legales e implicaciones culturales
El caso podría convertirse en una de las mayores persecuciones de delitos digitales en Italia, con posibles penas de prisión de hasta seis años para los infractores bajo las leyes italianas contra la pornografía no consensual. Expertos legales advierten que esto podría involucrar a miles de sospechosos y víctimas. El escándalo ha expuesto problemas de género profundamente arraigados en la sociedad italiana, con políticos describiéndolo como un reflejo de "una cultura de posesión y opresión que ignora el consentimiento de las mujeres".
Contexto más amplio de privacidad digital
Este incidente subraya los desafíos continuos de la protección de la privacidad en la era digital. Italia tiene desde 2019 leyes estrictas contra el intercambio no consensuado de imágenes íntimas, con penas que incluyen prisión y multas de hasta €15.000. El caso sigue patrones similares de abuso digital a nivel mundial, destacando la necesidad de una mejor moderación de plataformas y una protección legal más fuerte para las víctimas de abuso sexual basado en imágenes.