Negociaciones Globales de Impuestos Digitales se Reanudan en la OCDE

Las negociaciones globales sobre impuestos digitales lideradas por la OCDE se han reanudado, con 139 jurisdicciones negociando un marco de dos pilares para gravar de manera justa a las empresas digitales multinacionales y establecer una tasa impositiva corporativa mínima global del 15%.

Negociaciones Globales de Impuestos Digitales se Reanudan en la OCDE

Tras meses de estancamiento, las negociaciones globales sobre impuestos digitales se han reanudado oficialmente bajo el Marco Inclusivo de la OCDE, con 139 jurisdicciones participando en lo que podría ser la revisión más importante de las normas fiscales internacionales en un siglo. Las discusiones renovadas llegan en un momento en que los países luchan por determinar cómo gravar de manera justa a los gigantes digitales multinacionales que operan transfronterizamente con una presencia física mínima.

'Nos encontramos en un punto de inflexión crítico donde logramos una solución multilateral o arriesgamos caer en un mosaico de impuestos digitales unilaterales que podrían desencadenar guerras comerciales,' dijo el comisario de la UE, Michael McGrath, en una declaración reciente. El Parlamento Europeo ha presionado para un enfoque más estricto, con algunos miembros abogando por medidas fiscales digitales propias de la UE si el progreso internacional sigue siendo insuficiente.

El Marco de Dos Pilares

En el corazón de las negociaciones se encuentra el marco de dos pilares de la OCDE. El Pilar Uno tiene como objetivo redistribuir los derechos fiscales de las grandes empresas multinacionales—especialmente los gigantes digitales—a los países donde tienen mercados significativos pero una presencia física limitada. Esto cambiaría fundamentalmente cómo se gravan globalmente empresas como Google, Amazon y Facebook.

El Pilar Dos establece una tasa impositiva corporativa mínima global del 15%, diseñada para prevenir una 'carrera hacia el fondo' donde los países compiten ofreciendo tasas impositivas cada vez más bajas. Según la Tax Foundation, Estados Unidos ha expresado preocupaciones particulares sobre el Pilar Uno, temiendo que las empresas estadounidenses soporten costos fiscales y de cumplimiento desproporcionados.

'El enfoque actual corre el riesgo de crear más complejidad de la que resuelve,' señaló el Secretario del Tesoro de EE. UU., Steven Mnuchin, en comentarios recientes. Sin embargo, la OCDE ha confirmado que Estados Unidos sigue comprometido con las negociaciones, un desarrollo crucial dado que muchas de las mayores empresas digitales del mundo son estadounidenses.

BEPS y la Economía Digital

Las conversaciones sobre impuestos digitales son parte del proyecto más amplio de Erosión de la Base Imponible y Traslado de Beneficios (BEPS, por sus siglas en inglés), que según la OCDE le cuesta a los países entre $100 y $240 mil millones en ingresos perdidos anualmente. Como explica la página de Wikipedia sobre BEPS, estas estrategias permiten a las multinacionales 'trasladar' ganancias de jurisdicciones con impuestos más altos a otras más bajas donde hay poca actividad económica, erosionando la base impositiva de los países donde ocurre la actividad empresarial real.

Las empresas digitales son particularmente hábiles en el uso de estrategias BEPS porque su valor a menudo proviene de activos intangibles como la propiedad intelectual, que se puede transferir fácilmente a través de las fronteras. La novena revisión anual por pares de la OCDE para la Acción 5 de BEPS reveló que hasta ahora se han producido más de 64,000 intercambios de información relacionados con más de 28,500 acuerdos fiscales, con 5,500 intercambios relacionados con casi 2,300 acuerdos solo en 2024.

Desarrollos y Desafíos Recientes

Según informes de Bloomberg Tax, el comisario McGrath anunció que las discusiones para finalizar una solución multilateral podrían concluir a finales de año. Sin embargo, persisten obstáculos significativos, incluidos desacuerdos sobre qué empresas deben cubrirse y cuántos derechos fiscales deben redistribuirse.

Los informes recientes de la OCDE a los ministros de finanzas del G20 destacan los esfuerzos continuos para mejorar la cooperación fiscal y abordar los desafíos fiscales modernos en la economía digitalizada. Estos informes llegan antes de cruciales reuniones del G20 donde la tributación digital será un punto importante de la agenda.

Los países en desarrollo han sido particularmente vocales en estas discusiones, ya que dependen más de los impuestos corporativos y se ven afectados de manera desproporcionada por las actividades BEPS. 'Esto no es solo sobre equidad—es sobre desarrollo,' dijo un representante del Foro Africano de Administración Tributaria. 'Cuando las multinacionales evaden impuestos en nuestros países, perdemos recursos necesarios para infraestructura, atención médica y educación.'

Implicaciones de Mercado y Perspectiva Futura

La reanudación de las conversaciones tiene implicaciones significativas para los mercados globales. Las acciones tecnológicas han mostrado volatilidad mientras los inversores evalúan los posibles impactos fiscales, y las firmas de asesoría fiscal reportan una mayor demanda de servicios de cumplimiento de impuestos digitales. Según el informe mensual de EY de diciembre de 2025, numerosos países, incluidos Francia, Alemania, Italia y el Reino Unido, están preparando legislación interna que podría activarse dependiendo del resultado de las negociaciones de la OCDE.

Las apuestas son altas: no llegar a un acuerdo podría llevar a una proliferación de impuestos a los servicios digitales (ISD) unilaterales, que ya han causado tensiones comerciales entre EE. UU. y varios países europeos. EE. UU. anteriormente amenazó a Francia con aranceles de hasta el 100% por su impuesto digital, destacando el potencial de estas disputas fiscales para convertirse en conflictos comerciales más amplios.

A medida que las negociaciones continúan en 2025, todos los ojos estarán puestos en si las 139 jurisdicciones del Marco Inclusivo de la OCDE pueden superar sus diferencias. El resultado no solo determinará cómo se gravan las empresas digitales, sino que podría reformar las normas fiscales internacionales durante décadas, afectando todo, desde los ingresos gubernamentales hasta las decisiones de inversión empresarial en todo el mundo.

Sebastian Ivanov

Sebastian Ivanov es un destacado experto en regulaciones tecnológicas de Bulgaria, que aboga por políticas digitales equilibradas que protejan a los usuarios mientras fomentan la innovación.

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