Sistema penitenciario belga alcanza punto de quiebre
Las prisiones belgas enfrentan una crisis de hacinamiento sin precedentes, donde casi 500 reclusos se ven obligados a dormir en colchones colocados directamente en el suelo de las celdas. La situación ha alcanzado lo que las direcciones penitenciarias describen como 'un número sin precedentes' de personas sin instalaciones adecuadas para dormir, lo que según los expertos podría convertirse en una crisis humanitaria dentro del sistema penitenciario.
Condiciones críticas en prisiones importantes
La crisis es particularmente grave en las prisiones de Amberes, Gante y Dendermonde, donde docenas de reclusos duermen en el suelo cada noche. Solo en Amberes, casi setenta personas pasan la noche en colchones improvisados, mientras que Gante y Dendermonde reportan cada una más de cuarenta reclusos sin camas adecuadas. En las otras dieciséis prisiones belgas prevalecen condiciones similares, donde no todos los reclusos tienen acceso a una cama.
Mathilde Steenbergen, directora del Servicio Penitenciario Belga, dijo a la NOS: 'Ya hemos instalado muchas camas de emergencia, pero hemos alcanzado el límite. No hay presupuesto ni personal. Nos vemos obligados a colocar colchones en el suelo.' La directora expresó gran preocupación por la situación en escalada y señaló que 'se está convirtiendo en un problema de seguridad, una crisis humanitaria para los reclusos.'
Causas de la crisis
El hacinamiento surge de múltiples problemas sistémicos. La construcción de prisiones no puede seguir el ritmo de la población reclusa en rápido aumento. 'Básicamente necesitamos una nueva prisión cada tres meses,' reveló Steenbergen. Según estadísticas recientes de Press Editorials, el sistema penitenciario belga alberga actualmente a 13.118 reclusos, a pesar de una capacidad oficial de solo 11.040 plazas, lo que eleva la tasa de ocupación a más del 119%.
Varios factores contribuyen a la crisis: sentencias más severas impuestas, condiciones más estrictas para la libertad condicional y números significativos de reclusos declarados inimputables que esperan colocación en instituciones psiquiátricas. La lista de espera para estas colocaciones ahora ha aumentado a mil personas. Además, hay muchos reclusos sin derecho de residencia, incluidos solicitantes de asilo que permanecen encarcelados porque no hay alternativas disponibles.
Preocupaciones de seguridad e incidentes violentos
Las condiciones de hacinamiento crean situaciones peligrosas tanto para reclusos como para personal. Robbie De Kaey del sindicato ACOD advirtió que 'algo así no puede suceder cuando no tienes que compartir una celda con otras dos personas,' refiriéndose a un incidente reciente donde un delincuente de drogas supuestamente fue violado por un compañero de celda después de que posiblemente fuera drogado.
Las frustraciones en las prisiones superpobladas conducen a estallidos violentos. A fines de septiembre, cuatro guardias resultaron heridos cuando intentaban trasladar a un recluso después de una pelea. El Comité Europeo para la Prevención de la Tortura ha reportado repetidamente violaciones en las prisiones belgas, donde Bélgica se encuentra entre los sistemas penitenciarios más superpoblados de Europa, junto con Francia, Italia y Chipre.
Soluciones propuestas y respuesta política
Las direcciones penitenciarias han presentado medidas de emergencia a la ministra de Justicia Annelies Verlinden. Los representantes sindicales y las direcciones penitenciarias abogan por abordar tanto los problemas de entrada como de salida, incluida la reducción de la detención preventiva y la introducción de reglas más amplias para la liberación anticipada. Según lo reportado por Belga News Agency, el gobierno está considerando medidas como arrendar o construir instalaciones penitenciarias en otros países europeos y la repatriación más rápida de nacionales extranjeros, que constituyen aproximadamente el 31% de la población carcelaria.
En septiembre del año pasado, más de cien prisioneros fueron liberados anticipadamente para evitar que los reclusos tuvieran que dormir en el suelo, pero desde entonces el número de prisioneros ha aumentado en más de mil. La directora Steenbergen advierte sobre consecuencias a largo plazo: 'La reincidencia aumentará si encerramos a las personas de esta manera.' La crisis representa no solo una preocupación humanitaria inmediata, sino un desafío fundamental para el sistema de justicia penal belga que requiere una reforma estructural integral.