Avance en modelado galáctico
Científicos han logrado un avance monumental en astrofísica al crear la simulación más grande y detallada de nuestra Vía Láctea jamás realizada. Utilizando inteligencia artificial y potencia de supercomputación, los investigadores ahora pueden rastrear más de 100 mil millones de estrellas individuales durante 10,000 años de evolución galáctica, un logro que anteriormente se consideraba computacionalmente imposible.
Superando barreras computacionales
La innovación principal radica en cómo el equipo de investigación, liderado por Keiya Hirashima en el Centro de Ciencias Teóricas e Interdisciplinarias de RIKEN, abordó el desafío fundamental de la física multi-escala. 'El problema siempre fue que las galaxias evolucionan durante miles de millones de años, pero eventos cruciales como las supernovas ocurren en escalas de tiempo de años a miles de años,' explicó el Dr. Hirashima. 'Las simulaciones tradicionales tenían que tomar pequeños pasos de tiempo cuando ocurría una supernova, haciendo que las simulaciones de miles de millones de años fueran prácticamente imposibles.'
Predicción de supernovas impulsada por IA
El avance llegó al entrenar una red neuronal de aprendizaje profundo para predecir cómo se expande el gas después de explosiones de supernova. En lugar de calcular cada explosión paso a paso, el sistema de IA puede predecir directamente la distribución del gas después de 100,000 años. Esto permite que la simulación principal continúe con grandes pasos de tiempo mientras la IA maneja la física compleja de las explosiones estelares en segundo plano.
El equipo utilizó la poderosa supercomputadora Fugaku de Japón junto con el sistema Miyabi de la Universidad de Tokio para ejecutar la simulación. Los resultados son asombrosos: el nuevo modelo representa 300 mil millones de partículas (estrellas, gas y materia oscura), más de 300 veces el poseedor del récord anterior.
Velocidad y escala sin precedentes
Las mejoras computacionales son igualmente impresionantes. 'Lo que antes tomaba semanas, ahora toma solo horas,' dijo un miembro del equipo de la Universidad de Tokio. 'Podemos simular un millón de años de evolución galáctica en menos de tres horas, en comparación con los 36 años que tomaría con métodos convencionales para una simulación de mil millones de años.'
Este aumento de velocidad de más de 100 veces hace posible por primera vez modelar toda la Vía Láctea con resolución de estrellas individuales. La simulación incluye 7 millones de núcleos de CPU trabajando en paralelo, creando la imagen más completa jamás vista de nuestro hogar galáctico.
Implicaciones científicas y limitaciones
Las implicaciones para la astronomía son profundas. Los investigadores ahora pueden rastrear cómo los elementos esenciales para la vida - carbono, oxígeno y hierro - se dispersan por la Vía Láctea a través de explosiones de supernova. 'Esto nos ayuda a entender cómo los bloques de construcción de planetas y la vida misma se distribuyeron por la Vía Láctea,' señaló un astrofísico de la Universitat de Barcelona que participó en el proyecto.
Sin embargo, los investigadores reconocen limitaciones. El modelo de IA está entrenado en condiciones específicas y proporciona aproximaciones en lugar de cálculos exactos. Además, aunque maneja supernovas eficientemente, otros procesos complejos como la formación de agujeros negros y el nacimiento estelar de nubes de gas aún requieren métodos computacionales tradicionales.
Aplicaciones más amplias
La tecnología tiene aplicaciones más allá de la astrofísica. El mismo enfoque acelerado por IA podría revolucionar el modelado climático, la predicción meteorológica y otros campos que requieren integración de procesos a diferentes escalas. 'Esto representa un cambio fundamental en cómo abordamos problemas multi-escala y multi-física,' enfatizó el Dr. Hirashima. 'La IA está moviéndose más allá del reconocimiento de patrones para convertirse en una herramienta real para el descubrimiento científico.'
La investigación fue presentada en la conferencia de supercomputación SC '25 y marca una nueva era en la ciencia computacional, donde la inteligencia artificial y las simulaciones de física tradicional colaboran para desbloquear misterios del universo que antes estaban fuera de nuestro alcance.