
El gobierno francés ha decidido prohibir fumar en todos los lugares donde haya niños presentes. Esto incluye playas, parques, paradas de autobús, bibliotecas, complejos deportivos y entornos escolares. A partir del 1 de julio, los infractores enfrentarán una multa de 135 euros.
"Donde haya niños, el tabaco será tabú", declaró la ministra de Salud, Catherine Vautrin, en una entrevista con el periódico regional Ouest France. "Los derechos de los fumadores terminan donde comienzan los derechos de los niños a respirar aire limpio".
La medida responde a preocupaciones de salud. Cada año, 75.000 franceses mueren por enfermedades relacionadas con el tabaquismo, como cáncer y enfermedades cardiovasculares—200 muertes diarias. Estudios muestran que una de cada diez muertes en Francia está directa o indirectamente relacionada con fumar.
El gobierno busca reducir esta cifra. Fumar también genera altos costos: 156 mil millones de euros anuales en atención médica, prevención y pérdida de productividad.
Francia ya ha visto una disminución en las tasas de tabaquismo. Actualmente, el 23% de la población fuma a diario—un mínimo histórico. Entre los jóvenes de 17 años, solo el 16% fuma, frente al 25% en 2017. El gobierno aspira a criar una generación libre de tabaco para 2032.
La nueva prohibición también busca reducir la exposición al humo en niños y disuadir a los menores de empezar a fumar. "Los niños deben protegerse, ya que el 40% de los menores son fumadores pasivos involuntarios", señaló el neumólogo Sébastien Couraud.
La medida cuenta con amplio apoyo: entre el 60% y el 80% de los franceses está a favor de prohibir fumar en espacios públicos. Desde 2007, ya está prohibido en restaurantes y lugares de trabajo, y unos 1.600 municipios han implementado voluntariamente prohibiciones en playas y pistas de esquí.
La nueva norma no afecta a los cigarrillos electrónicos, pero el gobierno planea futuras restricciones al vapeo, incluyendo límites a la nicotina, sabores y empaques neutros.