
Trabajar más horas para completar tu lista de tareas puede parecer productivo, pero tu cerebro piensa diferente. Una nueva investigación revela que quienes trabajan en exceso de manera constante desarrollan cambios en la estructura cerebral, lo cual no es una buena señal.
Investigadores de Corea del Sur descubrieron que las largas jornadas laborales pueden afectar áreas del cerebro esenciales para la planificación, organización, memoria y regulación emocional. En el estudio, publicado en Occupational & Environmental Medicine, se analizaron escáneres cerebrales de 110 personas, incluidos trabajadores de la salud. Aquellos que trabajaban 52 horas o más a la semana mostraron diferencias notables en su materia gris en comparación con colegas con una semana laboral estándar.
Por ejemplo, los que trabajaban en exceso tenían un 19% más de materia gris en el giro frontal medio, un área cerebral involucrada en funciones cognitivas. Esto podría sonar positivo, pero los investigadores sugieren que es probablemente una respuesta neuroadaptativa al estrés crónico, lo que a largo plazo podría afectar negativamente la capacidad cognitiva y la salud mental.
Los resultados destacan la importancia de abordar el exceso de trabajo como un problema de salud en el lugar de trabajo.