El gobierno de Trump destruye 10 millones de dólares en anticonceptivos para países en desarrollo, a pesar de las ofertas de la Fundación Gates y otros.

Destrucción masiva de ayuda humanitaria
El gobierno de Trump ha ordenado la destrucción de casi 10 millones de dólares en píldoras anticonceptivas y dispositivos intrauterinos que originalmente estaban destinados a países en desarrollo. Los suministros médicos, adquiridos antes de que Trump comenzara su segundo mandato, estaban almacenados en un depósito en Bélgica cuando el gobierno decidió desmantelar USAID, la agencia estadounidense para el desarrollo internacional.
Justificación equivocada
En una declaración a The New York Times, un portavoz de USAID afirmó que los materiales médicos fueron destruidos porque "podrían ser utilizados para abortos". Sin embargo, esta justificación contradice la realidad médica: los anticonceptivos destruidos eran exclusivamente métodos para prevenir embarazos, no medicamentos abortivos.
"El presidente Trump está decidido a proteger las vidas de los niños por nacer en todo el mundo. Esta administración ya no proporcionará material antiaborto bajo la apariencia de ayuda humanitaria," declaró el portavoz.
Intentos de rescate rechazados
Varias grandes organizaciones de ayuda, incluyendo la Fundación Gates y Children's Investment Fund Foundation, ofrecieron comprar y distribuir ellos mismos los anticonceptivos. Documentos gubernamentales revelan que estas ofertas fueron rechazadas por el gobierno de Trump.
El proceso de destrucción costó a los contribuyentes estadounidenses aproximadamente 167.000 dólares para quemar los suministros médicos en instalaciones especializadas de residuos médicos.
Intentos de intervención internacional
El gobierno belga, donde estaban almacenados los suministros, hizo intentos diplomáticos para prevenir la destrucción. El Ministro de Asuntos Exteriores Prévot apeló personalmente al secretario estadounidense Marco Rubio para detener el proceso. El gobierno flamenco también intentó una intervención legal bajo las leyes belgas que prohíben la destrucción de medicamentos utilizables.
Ambos intentos fracasaron, y los anticonceptivos fueron sistemáticamente destruidos a pesar de su potencial para prevenir millones de embarazos no deseados en regiones pobres.
Implicaciones más amplias
Una investigación publicada en The Lancet en julio de 2025 predijo que la decisión de Trump de desmantelar USAID podría llevar a 14 millones de muertes adicionales para finales de la década, especialmente niños en países en desarrollo. Los programas de USAID han prevenido aproximadamente 92 millones de muertes desde 2001, incluyendo 26-35 millones de niños menores de cinco años.
La destrucción de estos anticonceptivos representa tanto un desperdicio financiero significativo como una potencial crisis de salud pública para poblaciones vulnerables en todo el mundo.