El presidente Alassane Ouattara de Costa de Marfil gana su cuarto mandato con el 90% de los votos después de que sus principales oponentes fueran excluidos. La victoria del líder de 83 años resalta el patrón de líderes envejecidos en África.
Victoria abrumadora para presidente de 83 años
El presidente Alassane Ouattara de Costa de Marfil ha asegurado un cuarto mandato con una victoria convincente, obteniendo casi el 90 por ciento de los votos según los resultados oficiales de la comisión electoral independiente. El líder de 83 años, que ha estado en el poder desde 2011, recibió el 89,77 por ciento de los votos emitidos en las elecciones del pasado sábado, consolidando su posición como uno de los líderes de más larga duración en África.
El resultado electoral era ampliamente esperado después de que los principales rivales políticos de Ouattara fueron excluidos de la participación. El ex presidente Laurent Gbagbo fue excluido debido a una condena penal, mientras que el líder opositor Tidjane Thiam, ex CEO de Credit Suisse, fue descalificado por cuestiones de nacionalidad relacionadas con su adquisición de la ciudadanía francesa. 'El pueblo ha hablado claramente por la estabilidad y el desarrollo continuo,' declaró Ouattara en su discurso de victoria.
Baja participación y oposición limitada
La participación electoral fue de aproximadamente el 50 por ciento, similar a las elecciones de 2020 donde Ouattara ganó el 94 por ciento de los votos. De los aproximadamente 8,5 millones de votantes elegibles, solo alrededor de la mitad participó en el proceso electoral. El ex ministro de Comercio Jean-Louis Billon quedó en segundo lugar con solo el 3,09 por ciento de los votos, mientras que la ex primera dama Simone Gbagbo obtuvo el 2,42 por ciento.
'Esta fue esencialmente una carrera de un solo candidato desde el principio,' dijo el analista político Kofi Abban. 'Con las principales figuras de la oposición al margen, nunca hubo ninguna duda real sobre el resultado.'
Controversia constitucional
El cuarto mandato de Ouattara ha generado preocupaciones sobre las normas democráticas en África Occidental. El presidente llegó al poder por primera vez en 2011 después de elecciones disputadas que cobraron aproximadamente 3.000 vidas. Lideró una enmienda constitucional en 2016 que restableció los límites de mandato presidencial, permitiéndole postularse para mandatos adicionales a pesar de las restricciones constitucionales que normalmente limitan a los presidentes a dos mandatos.
Los críticos acusan a Ouattara de manipulación constitucional para extender su poder. 'Esto representa otro ejemplo de cómo los líderes envejecidos permanecen en el poder en África a pesar de la población joven del continente,' señaló la activista de derechos humanos Amina Diallo. 'La edad promedio en Costa de Marfil es inferior a 20 años, pero estamos gobernados por un hombre de 83 años.'
Contexto económico
A pesar de guiar un crecimiento económico promedio del 6 por ciento anual y convertir a Costa de Marfil en el mayor productor mundial de cacao, persisten desafíos significativos. Según datos recientes, el 37,5 por ciento de los 30 millones de habitantes del país todavía vive en la pobreza. La nación representa el 40 por ciento del suministro mundial de cacao, con volúmenes de exportación que alcanzan 1,679 millones de toneladas en la temporada actual.
'El crecimiento económico no se ha traducido en prosperidad generalizada para los ciudadanos marfileños comunes,' dijo el economista Jean-Paul Kouame. 'Aunque Ouattara ha estabilizado la economía desde la violencia posterior a las elecciones de 2010-2011, la reducción de la pobreza sigue siendo un gran desafío.'
Patrón regional de liderazgo envejecido
La reelección de Ouattara se ajusta a un patrón más amplio en África donde los líderes mayores mantienen gobiernos prolongados. En Camerún, Paul Biya de 92 años ha estado en el poder desde 1982. Yoweri Museveni de Uganda, de 81 años, gobierna desde 1986. El récord en África lo tiene el presidente Teodoro Mbasogo de Guinea Ecuatorial, que llegó al poder en 1979 a los 83 años.
Esta tendencia ocurre a pesar de que África tiene la población más joven del mundo, con más del 60 por ciento de los habitantes del continente menores de 25 años. 'Hay una brecha creciente entre el liderazgo y la realidad demográfica en muchos países africanos,' observó la analista regional Fatoumata Bamba.
Las elecciones transcurrieron sin grandes alteraciones, aunque cientos de personas fueron arrestadas durante protestas dispersas. Ouattara ha prometido usar su cuarto mandato para facilitar una transición hacia una nueva generación de líderes políticos, aunque los críticos permanecen escépticos dada su prolongada permanencia en el cargo.
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