
Reforma Constitucional en Eslovaquia Desafia la Primacía del Derecho de la UE
El parlamento eslovaco está debatiendo una profunda reforma constitucional que desafía los fundamentos jurídicos de la Unión Europea. Los cambios propuestos establecerían que el derecho nacional eslovaco prevalece sobre el derecho de la UE en cuestiones de "identidad nacional", lo que representa una escalada significativa en la transformación política bajo el primer ministro Robert Fico.
Disposiciones Controversiales y Preocupaciones sobre Derechos Humanos
La enmienda busca constitucionalizar que solo existen dos géneros y requerir consentimiento parental para que las escuelas enseñen sobre "temas inconstitucionales" como el matrimonio homosexual. El primer ministro Fico califica esto como un "dique contra corrientes progresistas", aunque funcionarios de la UE enfatizan que estos temores son infundados.
Organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional advierten que la reforma "devastará los derechos LGBTI" y posiblemente ponga vidas en riesgo mediante restricciones en atención médica y acceso al aborto. La naturaleza constitucional de estos cambios hace casi imposibles mejoras futuras.
Advertencias Jurídicas sobre Implicaciones para la UE
Cinco ex magistrados y expertos jurídicos advierten que la enmienda vagamente redactada permitiría a Eslovaquia ignorar el derecho europeo e internacional en una escala mucho más amplia. El partido de oposición SaS lo califica como una "retirada parcial de la UE".
La organización jurídica Via Iuris teme que el gobierno obtenga herramientas para eludir el derecho de la UE bajo el vago concepto de "identidad nacional", lo que podría afectar educación, políticas climáticas e investigación científica.
Contexto Político y Desafíos de Coalición
Este paso se ajusta al patrón de Fico desde su regreso en 2023 para su tercer mandato como primer ministro. Su gobierno ha revertido medidas anticorrupción, desmantelado la radiodifusión pública y limitado libertades organizativas mediante la llamada "ley rusa".
La enmienda requiere 90 de los 150 votos parlamentarios, lo que obliga a la coalición a buscar apoyo de democristianos de oposición, quienes accedieron tras promesas sobre prohibición de la maternidad subrogada. La frágil coalición enfrenta retrasos debido a cambiantes alineaciones de votación, agravadas por el fallecimiento de un parlamentario.