
Derrota histórica del partido gobernante en Japón
El Partido Liberal Democrático (PLD) perdió por primera vez desde su fundación en 1955 su mayoría en el parlamento tras las elecciones para la Cámara Alta. La coalición gobernante obtuvo solo 47 de los 50 escaños necesarios, lo que indica un dramático giro hacia la derecha entre los votantes preocupados por la inestabilidad económica.
Auge del partido ultraderechista Sanseito
El partido radical de derecha Sanseito emergió como el gran ganador, pasando de uno a catorce escaños. Sanseito, surgido durante la pandemia como un movimiento en línea, ganó apoyo con retórica antiinmigración y teorías conspirativas. Su líder, Sohei Kamiya, inspirado por la AfD alemana y Donald Trump, hizo campaña con lemas como "Japoneses primero" y advertencias sobre "invasiones silenciosas" de migrantes.
Tensiones por la inmigración
Aunque el número de residentes extranjeros en Japón aumentó de 2,89 millones (2020) a 3,77 millones (2024), la naturalización sigue siendo extremadamente difícil, con solo 8.800 ciudadanías concedidas en 2023. Sanseito exige controles migratorios más estrictos, lo que llevó al primer ministro Ishiba a crear un organismo gubernamental para abordar las "preocupaciones sobre extranjeros" antes de las elecciones.
Populismo económico
La propuesta de Sanseito de abolir el impuesto al consumo del 10% atrajo a votantes afectados por el aumento de los precios de los alimentos, especialmente el arroz, que se duplicó en algunas regiones. Los expertos advierten que esta medida arruinaría las finanzas estatales, ya bajo presión por el envejecimiento poblacional y las bajas tasas de natalidad.
Crisis de liderazgo
A pesar de las llamadas a dimitir, Ishiba se niega a renunciar. Prefiere formar alianzas por temas específicos en lugar de ampliar la coalición. El exviceprimer ministro Taro Aso cuestionó públicamente la decisión de Ishiba de permanecer, señalando un apoyo partidista en declive. La derrota también complica las negociaciones comerciales con EE.UU.