
Un nuevo estudio publicado en Nature revela que los microplásticos representan una amenaza creciente para los océanos. Los investigadores analizaron más de 1.800 puntos de medición en diferentes profundidades y encontraron partículas de plástico incluso en las capas más profundas.
A 30 metros de profundidad, solo el 0,1% de las partículas en suspensión son plástico, pero a 2.000 metros este porcentaje aumenta hasta el 5%. Esta contaminación interfiere con el proceso natural de almacenamiento de CO2, crucial para el clima.
El estudio aboga por métodos de medición estandarizados y cooperación internacional para abordar este problema.