
Francia tiene su propio escándalo 'Watergate', pero en el sentido más literal de la palabra. El gobierno francés está acusado de encubrir un fraude a gran escala relacionado con el agua potable por parte de Nestlé. Una comisión de investigación del senado concluyó que existe un 'caso de encubrimiento' por parte del gobierno francés. 'El estado ha fallado en mostrar transparencia ante las autoridades locales y europeas, así como ante la población.'
El problema gira en torno al tratamiento ilegal y venta de agua mineral por parte de Nestlé Waters. Según la normativa de la UE, el agua mineral natural no debe ser tratada. Sin embargo, Nestlé lo hizo, utilizando rayos UV, filtros de carbono y microfiltros. Estos últimos incluso fueron aprobados por el gobierno, a pesar de violar la legislación europea. Algunos microfiltros pueden contaminar aún más el agua con microplásticos y químicos dañinos.
El informe también revela que Nestlé manipuló una lista de bacterias y toxinas. La organización de consumidores Foodwatch ha presentado demandas y acusa al gobierno de complicidad.