
Enfoque Global Contra el Desperdicio de Alimentos
ONG y gobiernos han unido fuerzas en una iniciativa global para combatir el desperdicio de alimentos en las cadenas de suministro. Esta colaboración sin precedentes busca reducir el alarmante hecho de que un tercio de todos los alimentos producidos globalmente se pierde cada año, contribuyendo significativamente a las emisiones de gases de efecto invernadero.
La Magnitud del Problema
Según datos del PNUMA, el desperdicio global de alimentos alcanza los 931 millones de toneladas anuales, aproximadamente 121 kg por persona. Este desperdicio ocurre en múltiples etapas: 61% en hogares, 26% en servicios de alimentos y 13% en el comercio minorista. Cuando los alimentos se descomponen en vertederos, generan metano, un gas de efecto invernadero 80 veces más potente que el CO₂ a corto plazo.
Nuevas Iniciativas para 2025
La Coalición por el Clima y el Aire Limpio (CCAC) ha lanzado su Desafío de Alimentación y Nutrición 2025, financiando proyectos innovadores que abordan múltiples aspectos del desperdicio de alimentos. Este programa de $2 millones se enfoca en:
- Fortalecer los ciclos de nutrientes entre sistemas rurales y urbanos
- Promover prácticas agroecológicas para conservar suelos
- Ampliar cadenas de frío sostenibles
- Prevenir el desperdicio de alimentos comestibles
- Desarrollar sistemas transparentes de registro de gases de efecto invernadero
La Semana de Acción Contra el Desperdicio de Alimentos de WRAP (17-23 marzo 2025) promueve la compra de frutas y verduras sueltas. Investigaciones muestran que este simple cambio puede prevenir 60,000 toneladas de desperdicio anual en manzanas, plátanos y papas.
Impacto Global y Colaboraciones
Más de 200 organizaciones en 50+ países ya han mostrado su apoyo, incluyendo grandes minoristas como Tesco, Lidl y Ocado. Estas iniciativas se alinean con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 12.3 de la ONU, que busca reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita para 2030. Los proyectos exitosos se presentarán en la COP30 en Brasil.
"Estas colaboraciones son un paso crucial para abordar tanto el cambio climático como la inseguridad alimentaria", dijo un portavoz de CCAC. "Reducir el desperdicio de alimentos es una solución rara que beneficia al medio ambiente y mejora el acceso a alimentos para comunidades vulnerables".