Las casas de moda de lujo están revisando sus procesos de producción para adoptar la sostenibilidad mediante diseño circular, abastecimiento ético e innovación en materiales, con grandes compromisos como el objetivo del 40% de Kering.

La Revolución del Lujo Sostenible
Las grandes casas de moda de lujo están revisando fundamentalmente sus modelos de producción, ya que la demanda de sostenibilidad por parte de los consumidores está transformando la industria. Marcas como Gucci, Stella McCartney y las etiquetas de Kering lideran esta transformación con ambiciosas iniciativas medioambientales.
Consumidores Conscientes Impulsan el Cambio
Los compradores Millennials y de la Generación Z están votando con sus carteras: el 73% prioriza la sostenibilidad al adquirir bienes de lujo, según informes recientes. Este cambio está obligando incluso a las marcas más tradicionales a adoptar principios de diseño circular y cadenas de suministro transparentes.
El Plan de Sostenibilidad 2025 de Kering
El conglomerado de lujo Kering se ha comprometido a reducir su huella ecológica en un 40% para 2025. Su estrategia se centra en tres pilares: reducir el uso de materias primas (Care), prácticas laborales éticas (Collaborate) y el desarrollo de materiales innovadores (Create). Su sistema Environmental Profit & Loss cuantifica el impacto en todas sus actividades.
Más Allá del Greenwashing
Tras las críticas a prácticas como la destrucción de £28,6 millones en bienes no vendidos por parte de Burberry en 2018, la industria se está moviendo hacia una reforma real. Iniciativas como The Fashion Pact, firmado por más de 60 marcas de lujo, comprometen a los participantes a proteger la biodiversidad, conservar los océanos y actuar contra el cambio climático.
El Futuro del Lujo
Las innovaciones incluyen lentejuelas biodegradables, cuero cultivado en laboratorio y cadenas de suministro rastreadas con blockchain. Como afirma François-Henri Pinault, CEO de Kering: "El lujo y la sostenibilidad son una misma cosa". Con el mercado de segunda mano de lujo que se duplicará para 2027, la moda sostenible no solo es ética, sino esencial para la supervivencia.