Regulaciones globales de combustible marítimo ajustadas: Reducción de emisiones de azufre vinculada a menor actividad de rayos

Una nueva investigación muestra que las regulaciones de combustible con bajo contenido de azufre de la IMO en 2020 han reducido la actividad de rayos en más de un 40% a lo largo de las rutas marítimas, demostrando cómo las emisiones de aerosoles afectan la electrificación de las nubes y los patrones climáticos.

regulaciones-combustible-rayos-emisiones
Image for Regulaciones globales de combustible marítimo ajustadas: Reducción de emisiones de azufre vinculada a menor actividad de rayos

La regulación IMO 2020 transforma el sector marítimo

Las innovadoras regulaciones de combustible de la Organización Marítima Internacional (IMO) en 2020 han transformado las emisiones globales del transporte marítimo. La norma redujo el contenido máximo de azufre en el combustible de los barcos del 3,5% al 0,5%, lo que se estima que disminuye las emisiones de óxido de azufre en un 77%, equivalente a 8,5 millones de toneladas anuales.

Descubrimiento de efectos climáticos inesperados

Una nueva investigación publicada en Atmospheric Chemistry and Physics revela una consecuencia inesperada: la actividad de rayos sobre las principales rutas marítimas ha disminuido en más de un 40% desde la implementación. Los científicos analizaron datos de corredores marítimos en el Océano Índico y el Mar de China Meridional utilizando la Red Mundial de Localización de Rayos, encontrando una relación directa entre la reducción de emisiones de aerosoles y la disminución de la frecuencia de rayos.

Cómo los aerosoles afectan los sistemas meteorológicos

Las emisiones de combustibles marítimos proporcionaban núcleos de condensación (CCN) abundantes, lo que resultaba en mayores concentraciones de gotas de nubes más pequeñas. Esto intensificaba los procesos eléctricos en nubes convectivas profundas. "La disminución de rayos sobre las rutas marítimas ha sido drástica en todas las condiciones atmosféricas", señaló el investigador principal Chris Wright. Los datos satelitales también confirman una reducción del 10-15% en las concentraciones de gotas de nubes sobre estas rutas.

Impactos ambientales más amplios

Los hallazgos demuestran interacciones complejas entre aerosoles y nubes: menos emisiones significan gotas de lluvia más grandes y menos colisiones de cristales de hielo que generan cargas eléctricas. Aunque beneficioso para la calidad del aire, esta reducción podría afectar los patrones regionales de lluvia. El estudio proporciona información crucial para la modelización climática mientras el sector avanza hacia objetivos de cero emisiones para 2050.

Más detalles: Wright et al. (2025) y Regulaciones IMO