Ataque suicida en tribunal de Islamabad deja 12 muertos; sigue a ataque frustrado en escuela militar y conflictos fronterizos en escalada entre Pakistán y Afganistán.
Ataque suicida mortal conmociona capital paquistaní
Un devastador ataque suicida en un tribunal de distrito en Islamabad ha cobrado al menos 12 vidas y dejado a 27 personas heridas, según autoridades paquistaníes. El ataque ocurrió durante una de las horas más concurridas del tribunal, cuando cientos de personas suelen reunirse para audiencias, lo que resultó en un número máximo de víctimas.
El Ministro del Interior Mohsin Naqvi confirmó que 'el atacante primero intentó ingresar al recinto del tribunal pero, cuando no pudo, detonó sus explosivos cerca de un vehículo policial'. La poderosa explosión destruyó ventanas, dañó varios automóviles y causó pánico entre los presentes.
Profundización de problemas de seguridad
El atentado representa una importante violación de seguridad en la capital paquistaní, que generalmente mantiene mejor seguridad que otras partes del país. Islamabad es conocida por su extenso sistema de cámaras con casi 2.000 cámaras CCTV activas y se considera una de las ciudades más seguras de Pakistán.
Ningún grupo ha reclamado directamente la responsabilidad del ataque, aunque las autoridades investigan posibles vínculos con grupos militantes activos en la región. El incidente ocurre en medio de una renovada ola de violencia militante en todo Pakistán, con preocupaciones particulares sobre el resurgimiento de los talibanes paquistaníes (TTP).
Ataque a escuela militar frustrado
En un desarrollo separado pero relacionado, las tropas de seguridad paquistaníes evitaron con éxito un importante ataque terrorista en el Cadet College Wana en Waziristán del Sur. Según el portavoz militar Mayor General Ahmed Sharif, 'seis terroristas, incluido un atacante suicida con coche bomba, intentaron tomar cadetes como rehenes pero fueron neutralizados por nuestras valientes tropas'.
El ejército identificó a los atacantes como miembros del grupo prohibido Fitna al-Khawarij, del cual afirman que recibe apoyo de India. La ISPR reveló que los terroristas tenían contacto con cómplices en Afganistán, lo que contradice las afirmaciones de los talibanes afganos de que tales grupos están ausentes en su territorio.
El Primer Ministro Shehbaz Sharif condenó ambos ataques y declaró 'estos actos cobardes no harán vacilar nuestra determinación de eliminar el terrorismo de nuestro suelo'. El ataque a la escuela militar muestra similitudes inquietantes con la tragedia de 2014 en la Army Public School de Peshawar donde murieron 154 personas, principalmente niños.
Tensiones regionales se intensifican
Los ataques ocurren en el contexto de tensiones elevadas entre Pakistán y Afganistán. En octubre de 2025, los dos países vecinos experimentaron sus enfrentamientos fronterizos más mortíferos en años, causando cientos de víctimas antes de que Catar y Turquía mediaran un alto al fuego.
La violencia fronteriza comenzó después de que Pakistán llevara a cabo ataques aéreos en Kabul y la provincia de Paktika el 9 de octubre, dirigidos contra líderes talibanes paquistaníes. El gobierno talibán culpó a Pakistán por los ataques, aunque Islamabad no ha reconocido oficialmente la responsabilidad.
Según la Misión de Asistencia de la ONU en Afganistán (UNAMA), la violencia transfronteriza resultó en 37 muertes de civiles y 425 heridos solo en Afganistán. Los ataques recientes sugieren que, a pesar del acuerdo de alto al fuego, los grupos militantes continúan explotando la inestable situación de seguridad.
Respuesta internacional
La comunidad internacional ha expresado preocupación por el deterioro de la situación de seguridad. El Departamento de Estado de EE.UU. emitió una declaración condenando 'todas las formas de terrorismo y expresando solidaridad con el pueblo paquistaní'.
China, el aliado más cercano de Pakistán, pidió moderación y diálogo para resolver conflictos regionales. Analistas regionales advierten que la violencia en escalada podría desestabilizar aún más una región ya inestable.
La seguridad alrededor de edificios gubernamentales y judiciales clave en Islamabad se ha reforzado después del ataque. Los expertos en explosivos continúan buscando evidencia en el lugar de la explosión mientras las autoridades trabajan para identificar a las víctimas e investigar el origen del atentado.
Los ataques subrayan los continuos desafíos de seguridad que enfrenta Pakistán mientras lucha contra múltiples grupos militantes y navega por dinámicas regionales complejas con Afganistán e India.
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