EEUU realiza nuevos ataques contra presuntos barcos de drogas en el Pacífico, con seis muertos. La administración Trump ha ejecutado 19 ataques desde septiembre con al menos 75 fallecidos, generando críticas internacionales y preocupaciones legales sobre la base jurídica y la evidencia de estas operaciones militares.
Nuevo ataque aumenta el creciente número de muertes
El ejército estadounidense ha atacado nuevamente dos presuntos barcos de narcotráfico en el Océano Pacífico oriental, matando a las seis personas a bordo según el Secretario de Defensa Pete Hegseth. Estos últimos ataques elevan el total a 19 ataques confirmados y al menos 75 muertos desde que la administración Trump lanzó su controvertida campaña contra el narcotráfico marítimo en septiembre de 2025.
'Nuestra inteligencia sabía que estos barcos estaban involucrados en tráfico ilegal de drogas, que transportaban estupefacientes y que navegaban por una ruta de narcotráfico conocida,' escribió Hegseth en un mensaje en redes sociales después de los ataques. El Secretario de Defensa utilizó los términos 'narcoterroristas' e 'terroristas de cárteles' para describir a las personas asesinadas.
Campaña militar en escalada
La administración Trump ha intensificado drásticamente las operaciones militares contra presuntos narcotraficantes en aguas internacionales frente a las costas de América del Sur y Central, el Mar Caribe y el Océano Pacífico oriental. La campaña representa una desviación significativa de los métodos tradicionales dirigidos por la Guardia Costera, que generalmente incluyen disparos de advertencia, fuego incapacitante, operaciones de abordaje y arrestos.
Según informes militares, el gobierno ha construido una enorme presencia militar en la región, incluido el despliegue de un portaaviones, y justifica los ataques alegando que Estados Unidos se encuentra en un 'conflicto armado' con los cárteles de drogas. Las operaciones se han desplazado cada vez más del Caribe al Pacífico oriental, donde se trafica gran parte de la cocaína mundial.
Crecientes críticas internacionales
Los ataques han recibido fuertes críticas tanto a nivel nacional como internacional. La semana pasada, investigadores de derechos humanos de la ONU describieron la violencia como 'masacres ilegales.' En una declaración, expertos de la ONU advirtieron que 'los ataques repetidos contra pequeñas embarcaciones sin proporcionar evidencia concreta generan serias preocupaciones sobre la comisión de posibles crímenes internacionales.'
Legisladores demócratas en Estados Unidos han expresado particular preocupación sobre la base legal para los ataques. 'El gobierno opera en una zona gris legal que podría violar tanto el derecho nacional como internacional,' dijo un asistente congresional familiarizado con el tema. Expertos legales de Just Security han cuestionado si los ataques cumplen con el derecho internacional humanitario y las limitaciones constitucionales del poder ejecutivo.
Preocupaciones sobre evidencia y transparencia
El gobierno enfrenta preguntas persistentes sobre la evidencia que respalda sus afirmaciones de que los barcos atacados transportaban estupefacientes. Aunque el presidente Trump y el secretario Hegseth afirman regularmente que se han salvado vidas estadounidenses al evitar que las drogas lleguen a Estados Unidos, no han publicado evidencia que respalde estas afirmaciones.
Algunos anuncios en redes sociales han especificado que los muertos tenían vínculos con cárteles de drogas venezolanos o grupos rebeldes colombianos designados como organizaciones terroristas por Estados Unidos. Sin embargo, otras declaraciones simplemente han etiquetado a los ocupantes como terroristas sin nombrar organizaciones específicas.
Associated Press informó que su investigación encontró que la situación era 'más compleja de lo que inicialmente se presentó,' señalando discrepancias entre las afirmaciones oficiales y las circunstancias reales alrededor de los ataques a barcos.
Implicaciones legales y diplomáticas
Los ataques han planteado preguntas importantes sobre los límites entre la aplicación de la ley y la acción militar. Según análisis del U.S. Naval Institute, estas operaciones 'desdibujan la línea entre la aplicación de la ley y la acción militar, posiblemente estableciendo un precedente para tratar las actividades criminales transnacionales como conflicto armado en lugar de aplicación de la ley tradicional.'
La campaña también ha generado especulación sobre objetivos geopolíticos más amplios, con algunos analistas sugiriendo que las operaciones podrían estar destinadas a ejercer presión sobre el presidente venezolano Nicolás Maduro, quien enfrenta cargos de narcoterrorismo en Estados Unidos. El gobierno ha negado tales motivaciones y mantiene que los ataques están exclusivamente dirigidos a interrumpir redes de tráfico de drogas.
A medida que el número de muertos continúa aumentando y las críticas internacionales crecen, la administración Trump enfrenta una presión creciente para proporcionar mayor transparencia sobre la base legal, los criterios de selección de objetivos y la evidencia que respalda su campaña militar sin precedentes contra presuntos narcotraficantes en el mar.
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