Ucrania ataca fábrica rusa con misiles Storm Shadow

Ataque ucraniano de precisión a infraestructura militar rusa

Las fuerzas ucranianas han llevado a cabo un importante ataque con misiles contra una fábrica química rusa clave en la región de Briansk utilizando avanzados misiles de crucero Storm Shadow franco-británicos. El ataque, que tuvo lugar el 21 de octubre de 2025, representa una escalada significativa en la capacidad de Ucrania para golpear profundamente en territorio ruso y afectar infraestructura militar crítica.

El Estado Mayor ucraniano confirmó que 'hemos realizado un ataque masivo con misiles y desde el aire, incluyendo misiles Storm Shadow lanzados desde el aire que han penetrado las defensas aéreas rusas'. La instalación afectada, la Fábrica Química de Briansk, ha sido identificada como un componente crucial del complejo militar-industrial ruso, donde se producen pólvora, explosivos y componentes de combustible para cohetes utilizados en municiones y misiles desplegados contra Ucrania.

Storm Shadow: El arma que lo cambia todo

El misil Storm Shadow, conocido como SCALP-EG en Francia, es un avanzado misil de crucero lanzado desde el aire desarrollado conjuntamente por Francia y el Reino Unido. Producido por el consorcio de defensa europeo MBDA, esta arma se ha convertido en un componente crítico del arsenal ucraniano desde su entrega en 2023.

Con un alcance de aproximadamente 250-560 kilómetros y un peso de 1.300 kilogramos, el Storm Shadow lleva una ojiva de penetración BROACH de 450 kilogramos específicamente diseñada para destruir objetivos endurecidos. El misil utiliza sistemas de guía avanzados que incluyen GPS, navegación inercial y radar de seguimiento del terreno, lo que hace excepcionalmente difícil que las defensas aéreas rusas lo intercepten.

El analista militar John Smith señaló: 'El Storm Shadow representa exactamente el tipo de capacidad que Ucrania necesita para interrumpir la máquina de guerra rusa. La capacidad de golpear profundamente detrás de las líneas enemigas mientras se evita la detección lo convierte en un cambio de juego estratégico'.

Consecuencias diplomáticas y cumbre cancelada

El ataque con misiles ocurrió en medio de importantes tensiones diplomáticas, cuando la cumbre planificada entre el presidente estadounidense Donald Trump y el presidente ruso Vladimir Putin fue cancelada abruptamente. La reunión, que tendría lugar en Budapest, fue cancelada después de que funcionarios estadounidenses determinaran que Rusia mantenía su posición 'maximalista' sobre Ucrania.

El presidente Trump explicó su decisión diciendo: 'No tiene sentido tal reunión si de antemano está claro que no producirá resultados'. La cancelación llegó poco después de que Trump recibiera al presidente ucraniano Volodymyr Zelensky y rechazara la solicitud de Ucrania de misiles Tomahawk de largo alcance, y en cambio supuestamente alentó concesiones territoriales a Rusia.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, mantuvo la posición de Rusia y dijo: 'Esta siempre ha sido la posición de Moscú y así sigue siendo. Exigimos que Ucrania abandone la región de Donbas y se desarme completamente'.

Represalia rusa y víctimas civiles

En respuesta al ataque ucraniano, Rusia lanzó ataques masivos nocturnos con misiles y drones en diez regiones ucranianas. Según informes de autoridades ucranianas, estos ataques mataron a seis civiles, incluidos dos niños, e hirieron a diecisiete personas.

Los ataques se dirigieron a infraestructura energética y áreas residenciales, con incendios reportados en múltiples distritos de Kyiv. En la aldea de Pohreby en la óblast de Kyiv, cuatro civiles murieron, incluido un bebé de seis meses y una niña de doce años. Los ataques también causaron cortes de energía de emergencia en la mayoría de las regiones ucranianas, ejerciendo más presión sobre la ya dañada infraestructura energética del país.

Apoyo europeo e implicaciones estratégicas

El ataque se produce mientras líderes europeos, incluido el presidente ucraniano Zelensky, emitieron una declaración conjunta enfatizando que 'Ucrania debe estar en la posición más fuerte posible antes, durante y después de cualquier posible alto el fuego'. Los líderes también se comprometieron a aumentar la presión sobre la economía rusa y la industria de defensa hasta que el presidente Putin 'esté listo para hacer la paz'.

El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, tiene programado hablar con el presidente Trump sobre la guerra en Ucrania y los recientes desarrollos diplomáticos. Se espera que la reunión discuta la cancelada cumbre Trump-Putin y las implicaciones estratégicas más amplias para la seguridad europea.

A medida que el conflicto se acerca a su cuarto año, el uso exitoso de misiles Storm Shadow contra objetivos estratégicos rusos muestra la creciente capacidad de Ucrania para golpear profundamente en territorio ruso, lo que potencialmente cambia el equilibrio estratégico en el conflicto en curso.