
Tensión entre EE.UU. y Venezuela por presunta red de narcotráfico estatal
La confrontación geopolítica entre Estados Unidos y Venezuela ha alcanzado niveles peligrosamente altos después de que el presidente Trump intensificara la presión sobre el régimen de Maduro debido a presuntas actividades de narcotráfico respaldadas por el Estado. El conflicto se centra en "El Cártel de los Soles", una red opaca que según funcionarios estadounidenses opera con la participación directa de los más altos mandos venezolanos.
Confrontación militar y consecuencias diplomáticas
Acciones militares recientes han llevado las tensiones a un punto crítico. Tropas estadounidenses atacaron una lancha sospechosa de transportar drogas cerca de aguas venezolanas, resultando en once muertes. Este incidente sigue al despliegue de recursos militares adicionales en el Caribe por parte de Trump y su designación de ocho organizaciones criminales latinoamericanas como entidades terroristas extranjeras.
El presidente Maduro respondió con retórica desafiante, advirtiendo que cualquier invasión estadounidense provocaría "un baño de sangre venezolano, caribeño y sudamericano", describiendo la situación como "la mayor amenaza para nuestro continente en los últimos cien años".
La controversia del Cártel de los Soles
El Cártel de los Soles, llamado así por las insignias en forma de sol que usan los oficiales militares venezolanos de alto rango, es descrito por expertos más como una red descentralizada que como un cártel jerárquico tradicional. Según la periodista de investigación venezolana Ronna Rísquez, representa "una red de altos militares y funcionarios gubernamentales que tienen vínculos con el narcotráfico internacional y se benefician de él".
El experto en América Latina Edwin Koopman enfatiza que su estructura difiere significativamente de organizaciones como el cártel de Sinaloa mexicano, caracterizándolo como "un sistema de contactos en lugar de una sola persona al mando".
División regional y reacciones internacionales
La situación ha expuesto profundas divisiones políticas en América Latina. Gobiernos de derecha en Argentina, Paraguay y Ecuador han respaldado las acusaciones de Trump, mientras que líderes izquierdistas como el presidente colombiano Petro han desestimado las acusaciones del cártel como "un pretexto ficticio de la extrema derecha para derrocar gobiernos".
Incluso dentro de los círculos de inteligencia estadounidenses parece haber desacuerdo. El National Intelligence Council ha cuestionado supuestamente el alcance del control directo de Maduro sobre estas redes criminales.
Implicaciones domésticas y preocupaciones de derechos humanos
Maduro ha utilizado las tensiones crecientes para justificar una mayor represión interna y movilización militar. Ha llamado a reclutar 4,5 millones de milicianos—una cifra asombrosa dada la población de Venezuela de 26,5 millones—lo que genera preocupación sobre reclutamiento forzado y violaciones de derechos humanos.
Como señala Rísquez, muchos venezolanos se sienten obligados a conformarse por miedo a perder subsidios gubernamentales o empleos, destacando el uso de presión económica por parte del régimen para mantener el control.