Astrónomos detectaron el objeto interestelar 3I/ATLAS que atraviesa nuestro sistema solar. El tercer visitante observado no representa una amenaza y ofrece oportunidades únicas de investigación antes de abandonar nuestra región cósmica.

Intruso cósmico detectado
Astrónomos han identificado un objeto interestelar llamado 3I/ATLAS que actualmente se mueve a través de nuestro sistema solar. El objeto fue observado por primera vez el 2 de julio de 2025 por el telescopio ATLAS en Chile y representa solo el tercer objeto interestelar confirmado que pasa por nuestra región cósmica.
Trayectoria y características
Con una velocidad de más de 200.000 km/h, 3I/ATLAS sigue una órbita hiperbólica que lo llevará dentro de la órbita de Marte. La NASA confirma que el objeto no representa una amenaza para la Tierra, ya que pasará a unos 240 millones de kilómetros de distancia, casi el doble de la distancia entre la Tierra y el Sol. El acercamiento más cercano al Sol ocurrirá el 30 de octubre de 2025, después de lo cual abandonará nuestro sistema solar.
Contexto histórico de visitantes interestelares
Este descubrimiento sigue a dos objetos interestelares anteriores: 'Oumuamua (2017) y 2I/Borisov (2019). Según el astrónomo Lucas Ellerbroek, estos objetos raros probablemente se originaron en galaxias distantes antes de ser expulsados por interacciones gravitacionales. "Son nómadas cósmicos," explica Ellerbroek, "probablemente expulsados durante procesos de formación de planetas en sus galaxias de origen."
Importancia científica
3I/ATLAS ofrece oportunidades de investigación sin precedentes. Los científicos analizarán su composición, estructura y comportamiento para comprender la formación de planetas en otras galaxias. Preguntas clave incluyen si muestra actividad similar a un cometa al acercarse al Sol y cómo sus características se comparan con asteroides y cometas locales.
Futuras capacidades de detección
La detección temprana de 3I/ATLAS meses antes de su perihelio representa un avance tecnológico. El próximo observatorio Vera Rubin en Chile se espera que aumente significativamente la detección de estos visitantes interestelares, posiblemente decenas por año para 2030. Este descubrimiento subraya cómo la infraestructura astronómica mejorada amplía nuestra comprensión del intercambio de material galáctico.