La innovadora técnica de perforación de Quaise, que utiliza ondas milimétricas, podría permitir el acceso a energía geotérmica casi ilimitada al perforar hasta 20 kilómetros de profundidad, con costos comparables a los de las energías renovables.

La empresa estadounidense Quaise pretende perforar hasta una fuente de energía casi inagotable, ubicada a gran profundidad bajo la superficie terrestre. ¿Qué tan profundo? Hasta 20 kilómetros, casi el doble de la profundidad del pozo más profundo jamás excavado.
Para lograrlo, Quaise ha desarrollado una técnica de perforación que utiliza ondas milimétricas. Imagínelo como un microondas extremadamente potente capaz de derretir rocas. Mientras las brocas tradicionales se atascan, esta tecnología se abre paso sin esfuerzo hacia las profundidades.
Durante una demostración en Houston, el equipo logró derretir granito a temperaturas de 1.700 grados Celsius. Pero eso no es todo. La roca derretida se transforma simultáneamente en una capa vítrea que recubre las paredes del pozo, eliminando la necesidad de tuberías metálicas para mantenerlo abierto.
Quaise, una spin-off del MIT, no solo busca perforar más profundo que nunca, sino también acceder a las capas más calientes de la Tierra. Al bombear agua a esas profundidades, esta puede convertirse en un fluido supercrítico, que genera más energía que el vapor convencional. Este agua luego se usaría para impulsar turbinas y generar electricidad.
Las perspectivas económicas son prometedoras. Quaise espera que la energía generada cueste entre 50 y 100 dólares por megavatio-hora, similar a la energía solar y eólica. En tres años, la primera instalación de 50 megavatios debería estar operativa en Oregón.