Juez federal detiene despidos masivos de Trump durante cierre gubernamental
Un juez federal ha asestado un duro golpe a la administración Trump en sus intentos de reducir la burocracia federal durante el continuo cierre gubernamental. La jueza Susan Illston de la Corte Federal de Estados Unidos emitió una orden judicial preliminar que prohíbe al gobierno proceder con los despidos planificados de aproximadamente 4.100 empleados federales. Declaró que la medida era "ilegal y fuera de su autoridad".
Motivación política detrás de los despidos
La decisión se produjo después de que varios sindicatos de empleados públicos presentaran demandas contra las acciones del gobierno. La jueza Illston, con sede en el Distrito Norte de California, dictaminó que los despidos parecían estar políticamente motivados en lugar de basarse en necesidades legítimas de personal. "El gobierno parece estar aprovechando la expiración de los fondos gubernamentales para implementar reducciones permanentes de personal que afectan programas apoyados por oponentes políticos," escribió la jueza en su decisión.
El cierre comenzó el 1 de octubre cuando el Congreso no logró aprobar un nuevo presupuesto, dejando a cientos de miles de empleados federales en casa sin pago. La administración Trump había aprovechado esta oportunidad para enviar cartas de despido a trabajadores en múltiples agencias, incluyendo Salud y Servicios Humanos, Educación y Seguridad Nacional.
Costos humanos y caos administrativo
La jueza Illston criticó el enfoque del gobierno como "disparar primero, apuntar después" y señaló el impacto humano significativo en los trabajadores afectados. "Estas son personas reales con familias e hipotecas que están siendo utilizadas como peones en una batalla política," declaró en su fallo.
El proceso de despido estuvo marcado por el caos administrativo, con cientos de empleados de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recibiendo accidentalmente cartas de despido debido a lo que el gobierno llamó "discrepancias de datos y errores de procesamiento". El director Russ Vought de la Oficina de Administración y Presupuesto había anunciado planes para expandir los despidos a "más de 10.000" empleados antes de que la jueza interviniera.
Consecuencias más amplias del cierre
El cierre gubernamental está causando interrupciones generalizadas que van más allá de los problemas de personal. El tráfico aéreo se ha visto significativamente afectado, con más de 9.000 vuelos retrasados debido a que los controladores de tráfico aéreo y los agentes de la TSA trabajan sin pago. Las escaseces de personal en grandes aeropuertos, incluyendo Boston, Chicago, Denver, Las Vegas y Newark, han generado preocupaciones de seguridad.
Los parques nacionales y museos enfrentan un confuso mosaico de políticas, con algunos cerrando completamente mientras otros continúan funcionando con personal limitado. El sector turístico está perdiendo aproximadamente $1 mil millones por semana debido al cierre.
Implicaciones legales y políticas
La decisión del juez representa una importante victoria legal para los sindicatos de empleados federales, que argumentaron que el gobierno estaba utilizando el cierre para eludir los procedimientos normales de reducción de personal. "Este es un claro caso del poder ejecutivo sobrepasando sus límites," dijo Everett Kelley, presidente de la Federación Americana de Empleados Gubernamentales.
Se espera que la administración Trump apele la decisión, lo que podría desencadenar una batalla legal que podría llegar a tribunales superiores. El fallo se produce en medio de tensiones continuas entre el gobierno y el Congreso sobre las negociaciones presupuestarias, sin una solución inmediata al cierre a la vista.
Mientras persiste el estancamiento político, los empleados federales permanecen en la incertidumbre, inseguros sobre sus salarios, sus trabajos y cuándo podrían reanudarse las operaciones gubernamentales normales. La intervención del juez proporciona al menos un alivio temporal para miles de trabajadores que enfrentaban la pérdida de sus medios de vida durante el punto muerto político.