Crisis real obliga a Andrew a renunciar a sus títulos
En un intento drástico de proteger a la monarquía británica de los escándalos persistentes, el príncipe Andrew ha anunciado que ya no utilizará sus títulos y honores reales, incluyendo su título de duque de York. La decisión, tomada bajo intensa presión del rey Carlos III y el príncipe William, marca el punto culminante de años de controversia sobre los vínculos de Andrew con el delincuente sexual convicto Jeffrey Epstein.
'La caída de Andrew es completa,' escribió un periódico británico, resumiendo el sentimiento en los medios británicos mientras el príncipe de 65 años efectivamente pone fin a su vida pública real. El anuncio llega apenas semanas después de la publicación póstuma de las memorias de Virginia Giuffre con nuevas acusaciones contra Andrew, describiéndolo como alguien que consideraba el sexo con ella como 'su derecho de nacimiento' cuando era menor de edad.
Presión palaciega e intervención familiar
Según fuentes reales, el rey Carlos y el príncipe William ejercieron una presión significativa sobre Andrew para que tomara esta decisión voluntariamente. 'Algo tenía que hacerse, porque estaba distrayendo la atención del buen trabajo de otros miembros de la familia real, y especialmente del rey,' escribió The Sun, destacando la preocupación del palacio sobre el impacto de Andrew en la reputación de la monarquía.
La decisión significa que Andrew ya no usará su título de duque de York, que recibió al casarse con Sarah Ferguson en 1986, ni sus otros títulos que incluyen conde de Inverness y barón Killyleagh. También renuncia a la Orden de la Jarretera, la orden de caballería más antigua del mundo, y varios otros honores británicos.
Precedente histórico y crisis moderna
Esta es solo la segunda vez en más de un siglo que se le quita un ducado a un miembro de la familia real. La última vez ocurrió en 1919 cuando el príncipe Carlos Eduardo perdió su título de duque de Albany por luchar del lado alemán durante la Primera Guerra Mundial bajo la Ley de Privación de Títulos de 1917.
La corresponsal real Fleur Launspach señaló: 'El problema de Andrew de años se ha resuelto. O al menos, eso espera el rey, y el resto de la familia real. Renunciar a sus títulos puede sonar como un paso voluntario, pero créanme que sucedió bajo gran presión de su hermano Carlos y el palacio.'
¿Qué le queda al príncipe en desgracia?
A pesar de perder sus títulos de trabajo, Andrew sigue siendo príncipe por nacimiento y técnicamente todavía sirve como consejero de estado, aunque nunca será llamado a realizar estas tareas. Continúa viviendo en Royal Lodge en Windsor bajo un contrato de arrendamiento hasta 2078, una situación que según informes frustra a Carlos y William, quienes preferirían verlo más lejos del Castillo de Windsor.
Lo más significativo es que Andrew ha sido excluido este año de las celebraciones navideñas reales en Sandringham, evitando el incómodo espectáculo público de caminar a la iglesia con la familia en Navidad. Fuentes del palacio confirmaron a The Sun que Andrew probablemente 'será excluido de todos los futuros eventos reales públicos.'
El paso sigue a la desastrosa entrevista de Andrew con BBC Newsnight en 2019 sobre su amistad con Epstein y su acuerdo con Virginia Giuffre en 2022, que incluyó un pago sustancial a su organización benéfica. A pesar de mantener su inocencia, los continuos vínculos de Andrew con Epstein y las recientes revelaciones de las memorias de Giuffre hicieron su posición dentro de la familia real cada vez más insostenible.
Como dijo un experto real a CNN: 'Andrew es tóxico para la marca real, y esta decisión marca su remoción permanente de la vida real.' La monarquía espera que esta acción decisiva les permita concentrarse en el trabajo del rey Carlos y el creciente papel público del príncipe William sin la distracción constante de los escándalos de Andrew.