Crisis política fuerza dimisión del líder japonés
El primer ministro japonés Yoshimasa Ishiba anunció su dimisión el 7 de septiembre de 2025 tras creciente presión dentro de su gobernante Partido Liberal Democrático (PLD). La decisión sigue a las significativas pérdidas de la coalición PLD-Komeito en las recientes elecciones parlamentarias, donde perdieron su mayoría en la cámara alta.
Derrotas electorales desencadenan conflictos internos
La crisis política comenzó en julio de 2025 cuando la coalición gubernamental de Ishiba perdió su mayoría en las elecciones para la Cámara de Consejeros. Esto marcó la segunda gran derrota electoral para Ishiba, quien poco después de asumir el cargo en octubre de 2024 convocó elecciones generales anticipadas que resultaron en el segundo peor desempeño en la historia del PLD.
Con la coalición ahora dependiente del apoyo de la oposición para aprobar legislación, la posición de Ishiba como líder del partido se volvió insostenible. A pesar de su inicial negativa a dimitir, debido a preocupaciones sobre inestabilidad política, la presión se intensificó antes de una votación planificada sobre elecciones de liderazgo que fue ampliamente vista como una moción de censia implícita.
Dinámica interna del partido
El Partido Liberal Democrático ha estado caracterizado durante mucho tiempo por su sistema faccional, donde las luchas internas de poder a menudo determinan los cambios de liderazgo. Ishiba, quien había construido una reputación como político atípico dentro del partido, chocó con los tradicionales intermediarios de poder a pesar del creciente apoyo público a su gobierno.
Según analistas políticos, muchos ciudadanos japoneses anhelan estabilidad política, lo que hace particularmente notable la dimisión de Ishiba dado la creciente popularidad de su gabinete. Sin embargo, funcionarios del partido y secciones regionales presionaron por su salida y elecciones de liderazgo anticipadas.
Contexto histórico
Ishiba se convierte en el último de una serie de primeros ministros japoneses que caen víctimas de la política interna del partido. Su predecesor, Fumio Kishida, también enfrentó presiones similares antes de dimitir. El patrón subraya los continuos desafíos dentro del partido político dominante de Japón, donde el faccionalismo interno a menudo prevalece sobre la estabilidad gubernamental.
Se espera que se convoquen nuevas elecciones de liderazgo en las próximas semanas, marcando un nuevo capítulo en el panorama político japonés mientras el país navega desafíos económicos y relaciones internacionales, particularmente con China, Corea del Sur y Estados Unidos.