Ejército admite ataque aéreo mortal en reunión pacífica
El ejército de Myanmar ha admitido haber llevado a cabo un ataque aéreo mortal contra un festival budista en la región central de Sagaing, que resultó en al menos 32 muertos, incluidos niños. El ataque ocurrió el lunes por la noche durante el Festival Thadingyut, también conocido como el Festival de las Luces, que marca el final de la Cuaresma budista. Según testigos, un paramotor lanzó bombas sobre cientos de aldeanos que se habían reunido en el patio de una escuela primaria para lo que se describió como una celebración religiosa y una protesta pacífica contra la junta militar.
Declaraciones contradictorias sobre el ataque
El ejército reconoció el ataque pero afirmó que los grupos de resistencia estaban usando civiles como escudos humanos. En una declaración oficial, el ejército afirmó que 'las fuerzas de seguridad optaron por una operación contraterrorista con un plan para limitar las bajas civiles'. Sin embargo, testigos y residentes locales disputan enérgicamente esta versión de los hechos. Un aldeano que sobrevivió al ataque dijo a AP: 'Estábamos celebrando nuestro festival religioso pacíficamente. No había combatientes entre nosotros y participamos voluntariamente'.
Condena internacional y crisis creciente
Funcionarios de la ONU han condenado el ataque, con un portavoz del secretario general António Guterres calificándolo como 'el uso indiscriminado de ataques aéreos inaceptable'. Human Rights Watch documentó que este es el ataque con paramotor más mortífero hasta ahora en la guerra civil en curso en Myanmar, con más de 135 de tales ataques desde diciembre de 2024. La organización señaló que los paramotores lanzan proyectiles de mortero de 120 mm 'sin ninguna posibilidad de objetivos de precisión', lo que crea graves amenazas para los civiles.
Contexto de la guerra civil
El ataque se produce en medio de una escalada de violencia en la guerra civil de Myanmar, que comenzó después de que el ejército tomara el poder en un golpe de estado en 2021. La región de Sagaing ha sido un campo de batalla clave, con grandes áreas controladas por fuerzas de defensa locales que se resisten al régimen militar. Según Human Rights Watch, el ejército ha recurrido cada vez más a ataques con paramotor debido a la escasez de equipos causada por sanciones internacionales. El bloqueo de ayuda humanitaria por parte de la junta ha complicado aún más la situación y ha obstaculizado el acceso a medicamentos y atención médica muy necesarios para los heridos.
Significado religioso y político
El Festival Thadingyut tiene un profundo significado religioso en Myanmar y conmemora el descenso de Buda del cielo después de enseñar a su madre y a los dioses celestiales. La celebración típicamente incluye iluminar hogares y templos con velas y linternas. Sin embargo, en el contexto político actual, el festival también se ha convertido en una plataforma para la resistencia pacífica contra el gobierno militar. El ataque ocurrió mientras Myanmar se prepara para sus primeras elecciones nacionales desde el golpe, programadas para más adelante este año, que han sido ampliamente criticadas por países occidentales.
Crisis humanitaria se profundiza
Las Naciones Unidas estiman que desde el golpe de 2021, 17,6 millones de personas en Myanmar necesitan asistencia humanitaria, mientras que 1,6 millones están desplazadas. El conflicto continuo ha destruido más de 55.000 edificios civiles y ha obligado a más de 40.000 personas a huir a países vecinos. Como documenta BBC News, el creciente uso de ataques aéreos por parte del ejército ha creado amenazas sin precedentes para las poblaciones civiles, y se informa que la fuerza aérea de Myanmar ha lanzado más bombas per cápita que en la invasión rusa de Ucrania.