Bélgica fortalece defensa aérea tras amenazas de drones
Bélgica está tomando medidas drásticas para mejorar la seguridad del espacio aéreo tras una serie de incidentes con drones que han afectado aeropuertos y bases militares en el país. El ministro de Defensa Theo Francken anunció el fortalecimiento del Centro Nacional de Seguridad Aérea (NASC) en Beauvechain después de una reunión de emergencia del Consejo Nacional de Seguridad, que se reunió específicamente para abordar la creciente amenaza de drones.
Mejora en monitoreo y sistemas anti-drones
El gobierno está destinando 50 millones de euros para sistemas anti-drones que puedan detectar e interceptar drones no autorizados. 'No podemos permitir drones hostiles en nuestro territorio y sobre nuestras bases militares. La misión y las directrices son claras: si es posible, los derribamos,' enfatizó Francken durante la conferencia de prensa. El ministro ya ha discutido la situación con el jefe de la OTAN Mark Rutte y espera apoyo internacional para las medidas de seguridad belgas.
El Centro Nacional de Seguridad Aérea en Beauvechain, Brabante Valón, será mejorado significativamente para proporcionar a los servicios de seguridad capacidades extensivas de monitoreo del espacio aéreo. 'Este centro debe garantizar que todos los servicios de seguridad colaboren para obtener una imagen global del espacio aéreo,' explicó Francken. El centro mejorado debe preparar a Bélgica para 'futuros desafíos en seguridad aérea' y representa un paso importante en la modernización de la infraestructura de defensa del país.
Incidentes recientes con drones y sospechas rusas
Las preocupaciones de seguridad surgen de múltiples avistamientos de drones sobre los aeropuertos de Bruselas y Lieja, así como bases militares en Kleine-Brogel y Florennes. Estos incidentes han causado importantes interrupciones de vuelo, obligando a pasajeros a pasar la noche en el Aeropuerto de Bruselas tras cancelaciones. Los servicios de seguridad belgas sospechan fuertemente de la participación rusa en estas operaciones coordinadas con drones.
Según evaluaciones de inteligencia citadas por VRT Nieuws, Rusia está apuntando a Bélgica debido a su papel en la liberación de activos rusos congelados gestionados por Euroclear, la cámara de compensación europea en Bruselas. Los drones han sido observados en formación durante la noche, lo que indica experiencia profesional que va más allá de las capacidades de aficionados. 'Este no es el trabajo de aficionados,' confirmó Francken, describiendo las operaciones como acciones bien coordinadas con recursos profesionales.
Registro obligatorio de drones
En un cambio de política significativo, el Consejo de Seguridad ha hecho obligatorio que todos los drones y operadores de drones deben estar registrados. Los drones no registrados serán automáticamente considerados hostiles y sujetos a interceptación. Según informa NOS, esta medida debe facilitar a los servicios de seguridad identificar y neutralizar drones amenazantes.
La reunión del Consejo Nacional de Seguridad en sí misma fue notable, ya que este órgano normalmente solo se reúne durante desastres o ataques terroristas. El consejo incluye al primer ministro y viceprimeros ministros, ministros de Interior y Asuntos Exteriores, Defensa y Justicia, junto con altos funcionarios de servicios de inteligencia y el centro de crisis.
Contexto internacional y respuesta
Los incidentes con drones en Bélgica forman parte de un patrón más amplio que afecta la seguridad europea. Ataques similares con drones han ocurrido recientemente en Dinamarca, también vinculados a la 'flota fantasma' rusa. La evidencia sugiere que los drones podrían estar siendo controlados desde barcos hasta 200 kilómetros de distancia, lo que dificulta los esfuerzos de detección y respuesta.
La base aérea de Kleine-Brogel, donde están estacionadas armas nucleares estadounidenses y que recibirá aviones de combate F-35, ha sido particularmente afectada, generando preocupaciones sobre espionaje y violaciones de seguridad en instalaciones militares sensibles. Los cierres temporales de cuatro aeropuertos civiles - Bruselas, Lieja, Ostende y Deurne - han demostrado la vulnerabilidad de la infraestructura crítica ante amenazas de drones.
Mientras Bélgica avanza con su inversión de 50 millones de euros en tecnología anti-drones y monitoreo aéreo mejorado, el país está estableciendo un precedente sobre cómo las naciones europeas pueden responder a las amenazas aéreas emergentes en un panorama de seguridad cada vez más complejo.