Presidente estadounidense termina moratorio de pruebas de 33 años
En un dramático cambio de política que ha enviado ondas de choque a través de la comunidad internacional, el presidente Donald Trump ha ordenado al Pentágono reanudar inmediatamente las pruebas de armas nucleares por primera vez desde 1992. El anuncio llegó a través de la plataforma Truth Social de Trump durante su gira asiática, donde declaró que Estados Unidos realizaría pruebas 'en igualdad de condiciones' con otras potencias nucleares.
Fin del moratorio de pruebas nucleares
La decisión marca el fin de un moratorio voluntario de 33 años sobre pruebas explosivas nucleares que comenzó bajo el presidente George H.W. Bush en 1992. 'Si otros hacen pruebas, creo que es apropiado que nosotros también lo hagamos,' dijo Trump a periodistas a bordo del Air Force One después de su reunión con el presidente chino Xi Jinping en Corea del Sur.
Estados Unidos realizó su última prueba nuclear en septiembre de 1992, cuando el Departamento de Energía detonó un dispositivo nuclear en el Sitio de Pruebas de Nevada. Desde entonces, el país ha mantenido un moratorio de pruebas mientras desarrollaba su arsenal nuclear a través de simulaciones por computadora y pruebas subcríticas bajo el Programa de Administración de Reservas Basado en la Ciencia.
Contexto nuclear global
El anuncio de Trump llega en medio de tensiones nucleares crecientes en todo el mundo. Solo días antes, el presidente ruso Vladimir Putin anunció que Rusia había probado con éxito su supertorpedo de propulsión nuclear Poseidón, un arma capaz de crear enormes tsunamis radiactivos que pueden devastar ciudades costeras. 'Esto representa un gran éxito para nuestras fuerzas estratégicas,' declaró Putin durante el anuncio.
Según analistas militares citados por Reuters, el torpedo Poseidón de 20 metros de largo representa un avance significativo en las capacidades nucleares submarinas. Rusia también probó recientemente su misil de crucero de propulsión nuclear Burevestnik, que los expertos han descrito como un 'Chernobyl volador.'
Reacción internacional y preocupaciones
El anuncio ha generado preocupación inmediata entre expertos en no proliferación nuclear y líderes internacionales. 'Esto podría desencadenar una peligrosa reacción en cadena de pruebas por parte de adversarios y socavar décadas de esfuerzos de control de armas nucleares,' advirtió el Dr. James Acton, codirector del Programa de Política Nuclear en la Carnegie Endowment for International Peace.
Estados Unidos firmó el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (TPCEN) en 1996, pero el Senado nunca ratificó el acuerdo. El tratado requiere la ratificación de 44 países específicos para entrar en vigor, y naciones clave como Estados Unidos, China y Rusia no han completado el proceso de ratificación.
Contexto histórico de las pruebas nucleares estadounidenses
Estados Unidos realizó su primera prueba nuclear, con nombre en clave Trinity, en el desierto de Nuevo México en julio de 1945. Solo un mes después, EE.UU. lanzó bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, convirtiéndose en el único país que ha usado armas nucleares en combate. En las décadas siguientes, EE.UU. realizó 1.054 pruebas nucleares, más que todas las demás potencias nucleares combinadas.
Como documenta la Arms Control Association, el programa de pruebas estadounidense evolucionó a través de varias fases, desde pruebas atmosféricas en el Pacífico y Nevada hasta pruebas subterráneas después del Tratado de Prohibición Parcial de Pruebas de 1963. El arsenal nuclear actual de EE.UU. consiste en aproximadamente 5.177 cabezas nucleares, con 1.770 desplegadas en la tríada nuclear de submarinos, misiles balísticos intercontinentales y bombarderos estratégicos.
Posibles consecuencias
Los expertos advierten que la reanudación de las pruebas nucleares podría enfrentar una importante oposición pública, especialmente en Nevada, donde pruebas anteriores causaron contaminación ambiental y problemas de salud para las comunidades río abajo. 'Los costos políticos y ambientales de reanudar las pruebas podrían ser significativos,' señaló la Dra. Lynn Eden, científica investigadora principal en el Centro de Seguridad Internacional y Cooperación de la Universidad de Stanford.
El anuncio también llega cuando el tratado New START, el último gran acuerdo de control de armas nucleares entre EE.UU. y Rusia, expira en 2026. Sin extensión o reemplazo, el mundo podría entrar en un período de competencia nuclear sin restricciones por primera vez desde la Guerra Fría.