Operación de inmigración en fábrica coreana de vehículos eléctricos
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU. (ICE) ejecutó una redada a gran escala en una planta de vehículos eléctricos de Hyundai en Georgia, resultando en el arresto de 475 personas. Esta operación representa una de las mayores acciones de aplicación de leyes laborales del año. La intervención ocurrió en una instalación operativa desde hace aproximadamente un año, que simboliza una inversión significativa en el sector automotriz de Georgia.
Detalles operativos
Según las autoridades migratorias, la mayoría de los detenidos poseían nacionalidad surcoreana y laboraban sin los permisos adecuados. La redada se llevó a cabo en una instalación de producción de baterías en construcción dentro del complejo manufacturero de Hyundai. Steven Schrank, alto funcionario del Departamento de Seguridad Nacional, calificó la operación como "resultado de una investigación criminal de meses".
Reacciones internacionales y aspectos legales
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Sur confirmó la detención de "un número significativo" de sus ciudadanos y expresó preocupación por el operativo. Funcionarios surcoreanos fueron enviados desde Washington a Georgia para brindar asistencia consular. Abogados de algunos detenidos afirmaron que sus clientes contaban con permisos de trabajo válidos de 90 días.
Contexto político e impacto económico
La redada ocurre en medio de un aumento considerable en las deportaciones desde el inicio de la administración Trump. Charlie Bailey, presidente del Partido Demócrata de Georgia, calificó la operación como "políticamente motivada". La fábrica de Hyundai había sido catalogada por el gobernador Brian Kemp como el proyecto de desarrollo económico más grande en la historia del estado.