Tragedia en un destino turístico popular
Tres turistas han fallecido y varios más resultaron heridos después de ser arrastrados al mar por poderosas olas en una piscina natural en la isla española de Tenerife. El incidente ocurrió el domingo 7 de diciembre de 2025 en la piscina natural Isla Cangrejo, cerca de los acantilados de Los Gigantes en la costa oeste de la isla.
Según los servicios de emergencia, las víctimas son un hombre de 35 años, una mujer de 55 años y otro hombre cuya edad no ha sido confirmada. Los medios locales informan que entre los fallecidos hay un turista italiano y otro eslovaco. Varias personas resultaron heridas en el incidente, donde una mujer sufrió un paro cardíaco y fue reanimada por personal de ambulancia antes de ser trasladada en estado crítico al hospital en helicóptero.
Operación de rescate a gran escala
Los servicios de emergencia iniciaron una gran operación de rescate con múltiples helicópteros, ambulancias y personal de salvamento. Varias personas fueron sacadas del mar, mientras que otras lograron llegar a la costa por sus propios medios. Las búsquedas continuaron en el área mientras las autoridades buscaban posibles víctimas adicionales.
'La ola llegó de repente y con una fuerza enorme,' informó un testigo presencial. 'Un momento la gente disfrutaba de la piscina natural, y al siguiente eran arrastrados al mar.'
Advertencias meteorológicas ignoradas
La tragedia ocurre a pesar de las advertencias de las autoridades sobre peligrosas marejadas. El Gobierno de Canarias había activado el 3 de diciembre de 2025 una prealerta por fenómenos costeros debido a pronósticos de olas de hasta 3,5 a 4 metros de altura. Según la emisora española RTVE, las autoridades habían advertido a tiempo sobre las altas olas.
La Dirección General de Emergencias había aconsejado específicamente evitar nadar o practicar deportes acuáticos en zonas peligrosas, mantenerse alejado de los paseos marítimos donde las olas puedan romper y mantener distancia de los acantilados costeros. La advertencia era especialmente relevante para las costas abiertas al oeste, norte y noroeste de las islas.
Tragedia repetida
Este es el segundo incidente de este tipo en semanas recientes. El mes pasado, tres personas murieron por olas poderosas en el puerto de Tenerife, incluida una mujer holandesa de 79 años. Quince personas resultaron heridas entonces, lo que subraya el peligro recurrente de las condiciones costeras en la popular isla turística.
Tenerife, la más grande de las Islas Canarias, atrae anualmente a más de siete millones de turistas, lo que la convierte en uno de los destinos turísticos más importantes de España. Las piscinas naturales de la isla, formadas por roca volcánica, son atracciones populares pero pueden volverse peligrosas durante condiciones climáticas adversas.
Turismo y preocupaciones de seguridad
El incidente plantea preguntas sobre las medidas de seguridad en lugares turísticos populares. Las piscinas naturales, por hermosas que sean, carecen del entorno controlado de las piscinas tradicionales y pueden ser particularmente vulnerables a cambios repentinos en el oleaje.
'Necesitamos mejores sistemas de advertencia y señalización más clara en estas atracciones naturales,' dijo la experta en seguridad local María Rodríguez. 'Los turistas a menudo no comprenden los riesgos asociados con las zonas costeras durante el mal tiempo.'
Los servicios de emergencia continúan instando a los visitantes a seguir las advertencias meteorológicas y respetar las pautas de seguridad. El Gobierno de Canarias sostiene que las advertencias se emitieron a tiempo, pero persisten las dudas sobre si se hizo lo suficiente para evitar el acceso a áreas peligrosas.
La Agencia Estatal de Meteorología de España (AEMET) había pronosticado para el fin de semana olas de 2 a 5 metros, con las peores condiciones para las costas norte de varias islas, incluida Tenerife. La prealerta permaneció vigente durante el fin de semana en que ocurrió la tragedia.
Mientras continúan las investigaciones, las autoridades evalúan los protocolos de seguridad en las piscinas naturales y atracciones costeras de las Islas Canarias. El incidente sirve como un trágico recordatorio del poder de la naturaleza y la importancia de respetar las advertencias meteorológicas, incluso en destinos turísticos populares.