Falsa alarma en los Alpes austriacos
Una dramática operación de rescate de montaña en el Tirol austriaco resultó ser una falsa alarma cuando los equipos de rescate descubrieron que los gritos de auxilio provenían de un fotógrafo que lamentaba su equipo dañado en lugar de un escalador herido.
Respuesta de emergencia activada
La policía local de Oberperfuss recibió múltiples informes de gritos desde la montaña Rosskogel al anochecer. Testigos reportaron fuertes gritos seguidos por un golpe sordo, y luego otro grito poco después. Preocupados de que un escalador estuviera herido o atrapado, las autoridades enviaron inmediatamente un helicóptero de rescate y dos equipos de montaña.
El Österreichischer Bergrettungsdienst (ÖBRD), conocido por su rápida respuesta en el desafiante terreno alpino, entró en acción. Los helicópteros se utilizan frecuentemente en los rescates de montaña austriacos debido a la difícil accesibilidad de muchas ubicaciones.
Costoso error del fotógrafo
Después de una extensa búsqueda sin resultados, los equipos de rescate encontraron a un turista alemán de 58 años que descendía de la montaña con una linterna alrededor de las 21:00 horas. El hombre explicó que él era la fuente de los gritos: había dejado caer su cámara DSLR profesional, valorada en más de 10.000 euros, mientras intentaba fotografiar la puesta de sol.
'Estaba destrozado cuando vi el daño en mi equipo,' contó el fotógrafo a los rescatistas. 'Grité de frustración sin darme cuenta de que desencadenaría una operación de rescate a gran escala.'
El segundo grito ocurrió cuando descubrió el extenso daño a su equipo de cámara. Aunque había visto el helicóptero de rescate volando sobre él, nunca lo relacionó con sus explosiones emocionales.
Operaciones costosas
Las operaciones de rescate de montaña en Austria, aunque a menudo realizadas por profesionales voluntarios, requieren recursos significativos y son costosas. Solo las operaciones con helicóptero pueden costar miles de euros por hora. Afortunadamente, en este caso los equipos pudieron retirarse sin costos adicionales después de confirmar que no existía una emergencia real.
Al fotógrafo, ileso excepto por su equipo dañado, se le permitió continuar su viaje a casa después de dar su declaración a los funcionarios de rescate.