Mujer de la 'kisscam' de Coldplay rompe su silencio sobre el escándalo viral

Kristin Cabot, la mujer del video viral de la 'kisscam' de Coldplay, revela el grave acoso, amenazas de muerte y pérdida de carrera que sufrió tras el incidente.

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De un momento en un concierto a una crisis que acabó con su carrera

Kristin Cabot, la ex directora de Recursos Humanos de 53 años que se convirtió involuntariamente en la estrella de un video viral de un concierto de Coldplay, ha hablado públicamente por primera vez sobre las devastadoras consecuencias que le costaron su carrera, la expusieron a amenazas de muerte y trastocaron la vida de su familia. En una entrevista exclusiva con The New York Times, Cabot revela el impactante alcance del acoso que sufrió después de que un breve momento en la 'kisscam' del concierto se convirtiera en un escándalo internacional.

La noche que lo cambió todo

El 16 de julio de 2025, Cabot asistió a un concierto de Coldplay en el Gillette Stadium en Foxborough, Massachusetts, como invitada del CEO de Astronomer, Andy Byron. Ambos estaban separados de sus cónyuges en ese momento y habían desarrollado un vínculo durante su colaboración en la empresa tecnológica. 'Habíamos encontrado una conexión debido a nuestras situaciones matrimoniales,' explicó Cabot. 'Esa noche fue la primera y única vez que nos besamos.'

Cuando la 'kisscam' del concierto—una tradición en la que las cámaras enfocan a los asistentes y los animan a besarse—se posó sobre ellos, su reacción de pánico llamó la atención. Chris Martin, el líder de Coldplay, notó su incomodidad y comentó al público de 65.000 personas: 'O tienen una aventura, o simplemente son muy tímidos.' Esa observación, combinada con su intento de esconderse de la cámara, hizo que el momento se volviera viral.

Explosión viral y consecuencias inmediatas

En cuestión de días, el video había acumulado más de 100 millones de visitas en TikTok y otras plataformas. Internet identificó rápidamente a ambas personas, con especial atención hacia Cabot. 'Me llamaron zorra, destructora de matrimonios, cazafortunas y amante,' contó. 'Criticaron mi apariencia y recibí docenas de amenazas de muerte.'

Las consecuencias profesionales fueron rápidas y graves. Astronomer suspendió a ambos ejecutivos e inició una investigación. Byron renunció como CEO tres días después del incidente, y Cabot lo hizo una semana después. 'Entregué mi carrera como precio por mi mala decisión,' reconoció, refiriéndose a beber y bailar de manera inapropiada con su jefe.

Viviendo con miedo: La campaña de acoso

La pesadilla de Cabot se extendió mucho más allá de perder su trabajo. Se convirtió en el objetivo de un intenso 'doxing'—su dirección de casa, número de teléfono e información personal fueron publicados en línea. 'Recibía de 500 a 600 llamadas telefónicas al día durante semanas,' reveló. 'Los paparazzi acampaban frente a mi casa, los autos pasaban lentamente y me reconocían y confrontaban en público.'

En un momento dado, una mujer en una gasolinera la reconoció y le dijo: 'Eres repugnante. Las personas que tienen aventuras no merecen respirar el mismo aire que el resto de nosotros.' Los dos hijos adolescentes de Cabot se vieron profundamente afectados, avergonzados de ser vistos con su madre y temiendo por su seguridad.

La dinámica de género en la humillación pública

La investigadora de internet Brooke Duffy, citada en el artículo del New York Times, señaló la larga tradición de castigar públicamente a las mujeres. Aunque Byron recibió críticas, el enfoque abrumador—y la virulencia—se dirigió hacia Cabot. 'Las mujeres han sido mis críticas más crueles,' observó Cabot con decepción. 'Tengo una visión sombría de la solidaridad femenina porque la mayoría de los comentarios vinieron de mujeres.'

Cabot enfatizó su independencia financiera; ha trabajado desde los trece años y mantuvo a su familia después de su divorcio. 'Quiero disipar la idea de que le debo mi carrera a relaciones sexuales,' declaró con firmeza.

Avanzando y buscando matices

A pesar del trauma, Cabot decidió hablar porque 'guardar silencio se sentía como consentir con la imagen negativa que se había creado de mí.' Con el apoyo de familiares, amigos y un asesor de comunicación, espera que su historia lleve a la reflexión sobre cómo la sociedad responde a tales momentos.

'Tomé una mala decisión, pero quiero que mis hijos sepan que puedes tomar una mala decisión en la vida y no recibir amenazas de muerte a cambio,' dijo. Tanto ella como su familia continúan en terapia para recuperarse de la prueba.

El incidente destaca cuestiones más amplias sobre la cultura viral, el acoso en línea y el castigo desproporcionado que a menudo reciben las mujeres en los escándalos públicos. Como concluye Cabot: 'Espero que pueda haber espacio para el matiz y la reflexión.'

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