Alianza de Producción de Vacunas Amplía Capacidad con Transferencia Tecnológica

Alianza de Producción de Vacunas Amplía Capacidad con Transferencia Tecnológica

En un paso crucial para fortalecer la seguridad sanitaria mundial, las principales alianzas de producción de vacunas están ampliando su capacidad a través de programas integrales de transferencia de tecnología, iniciativas de formación especializada y esfuerzos de localización de cadenas de suministro. El Programa de Transferencia de Tecnología de ARNm (mRNA TT) de la Organización Mundial de la Salud, lanzado en junio de 2021, se ha convertido en una piedra angular de este esfuerzo global y ahora incluye a 15 socios en 6 regiones de la OMS.

'Estamos construyendo una producción regional sostenible de productos sanitarios basados en ARNm para prepararnos para futuras pandemias y garantizar la seguridad sanitaria entre emergencias,' dice un portavoz de la OMS sobre el programa codirigido por la OMS y el Medicines Patent Pool (MPP).

Iniciativas de Transferencia Tecnológica y Formación

La OMS y el Ministerio de Salud y Bienestar de Corea del Sur ofrecen un programa de formación práctica para la fabricación de vacunas de ARNm en 2025 a través del Centro Mundial de Formación en Biofabricación (GTH-B). Este programa de 7 semanas incluye un módulo de preparación en línea de 3 semanas seguido de formación práctica en instalaciones de bioproducción surcoreanas. El programa está dirigido a 20 participantes de países de ingresos bajos y medios que trabajen como técnicos, ingenieros, científicos o gestores en biofabricación con un máximo de 6 años de experiencia.

Según el anuncio de la OMS, los solicitantes deben ser ciudadanos y residentes de países de ingresos bajos y medios, empleados en empresas de bioproducción registradas y tener un dominio medio del inglés. La fecha límite de solicitud es el 15 de agosto de 2025, dando prioridad a quienes hayan completado los cursos introductorios del GTH-B.

Localización de Cadenas de Suministro

Un informe reciente de la OMS revela que la producción mundial de vacunas está altamente concentrada, con solo 10 empresas controlando el 78% de todas las dosis a nivel global. El análisis muestra que ningún país o región puede satisfacer de forma independiente sus necesidades de inmunización, lo que subraya la interdependencia mundial. África enfrenta desafíos particulares, dependiendo en un 99% de otras regiones para su suministro de vacunas, aunque iniciativas como el Acelerador de Fabricación de Vacunas de África buscan reducir esta dependencia al 40% para 2040 con una inversión de 1.200 millones de dólares.

'Los métodos tradicionales de fabricación de vacunas siguen siendo dominantes, mientras que plataformas innovadoras como el ARNm y los vectores virales están principalmente limitadas a EE.UU. y Europa debido a barreras de propiedad intelectual y altos costes de I+D,' señala el análisis de la OMS.

Expansión de la Producción Regional

En África, el Acelerador de Fabricación Africana de Gavi (inversión de 1.200 millones de dólares) y la instalación modular 'BioNTainer' de BioNTech en Ruanda están impulsando la capacidad regional de BPM. Iniciativas similares están en marcha en Asia, América Latina y Oceanía, con Moderna inaugurando una planta comercial de ARNm en Australia. La Red de Instalaciones de Fabricación de Vacunas de CEPI conecta a productores del sur global para mejorar la preparación ante brotes.

Estos programas tienen como objetivo establecer una producción de vacunas sostenible y geográficamente distribuida que pueda adaptarse rápidamente durante emergencias sanitarias mientras se mantiene la capacidad entre pandemias. La iniciativa de transferencia de plataformas se centra en ampliar la capacidad mundial de fabricación de vacunas a través de programas de transferencia de tecnología y formación.

Desafíos y Soluciones

Un estudio de 2023 publicado en la revista Vaccine investigó los desafíos para escalar la capacidad de producción de vacunas durante la pandemia de COVID-19. Basándose en aproximadamente 80 entrevistas, mesas redondas y revisión de literatura, los investigadores identificaron cuellos de botella clave, incluyendo: falta de instalaciones de producción, escasez de personal para transferencia de tecnología, acuerdos ineficientes entre partes interesadas, escasez de materias primas críticas y medidas proteccionistas restrictivas.

El estudio subraya la necesidad de una entidad de gobernanza central para coordinar la asignación de recursos y propone soluciones como reutilizar instalaciones existentes, incorporar flexibilidad en los procesos de producción y reubicación geográfica para simplificar las cadenas de suministro. Se identificaron tres temas generales que afectan a la producción de vacunas: problemas regulatorios y de visibilidad, desafíos de colaboración y comunicación, y limitaciones de financiación y políticas.

Perspectiva Futura

El análisis de 2025 de Biopharma APAC examina cómo las empresas biofarmacéuticas de todo el mundo han transformado su producción y cadenas de suministro para construir resiliencia tras las disrupciones pandémicas. Las tendencias clave son: el impulso de América del Norte hacia la producción localizada con incentivos gubernamentales, ilustrado por la planta de vacunas mejorada con IA de 1.000 millones de dólares de Merck. El enfoque de Europa en la autonomía estratégica a través de iniciativas como HERA y la instalación de ARNm de BioNTech en Ruanda.

El surgimiento de Asia-Pacífico como potencia de fabricación, con casi el 40% de los proyectos de expansión global, incluida la enorme capacidad de producción de vacunas de la India. Las empresas han adoptado gemelos digitales, análisis avanzados, nearshoring y automatización para optimizar las cadenas de suministro. La industria ha cambiado hacia un abastecimiento diversificado, formación de existencias estratégicas y equilibrio entre costes y seguridad, dando lugar a un sistema global de suministro de medicamentos más resiliente.

La investigación destaca la extrema vulnerabilidad de las cadenas globales de fabricación farmacéutica a las disrupciones y aboga por una mayor resiliencia, en particular capacitando a los países de ingresos bajos y medios para producir sus propias vacunas. El estudio concluye que replantear los sistemas de fabricación de vacunas y medicamentos esenciales es crucial para una mejor preparación ante futuras crisis sanitarias.