
El primer ministro británico Starmer ha anunciado una estrategia de defensa integral, lo que marca un cambio después de décadas de recortes. El Reino Unido planea aumentar el gasto en defensa al 2,5% del PIB para 2027, con el objetivo de alcanzar el 3% en 2034. Las inversiones clave incluyen la expansión de la marina con doce submarinos, 18 mil millones de euros para capacidades nucleares y nuevas fábricas de municiones.
La estrategia identifica a Rusia como la mayor amenaza, mientras que China representa 'desafíos avanzados y persistentes'. El Reino Unido también se centra en modernizar sus fuerzas armadas con tecnología de drones y guerra cibernética, aprendiendo del conflicto en Ucrania.
Los críticos dudan de la viabilidad de estos planes, con partidos de oposición y líderes militares abogando por aumentos presupuestarios más rápidos. El ex líder laborista Jeremy Corbyn criticó los recortes en los servicios sociales para financiar la defensa.