El ejército de Madagascar toma el poder tras la huida del presidente Rajoelina a Francia. El parlamento destituye al presidente mientras él disuelve el poder legislativo. La unidad de élite CAPSAT se une a las protestas, creando una crisis constitucional con 22 muertos.

Crisis política escala con toma militar del poder
Madagascar se encuentra sumido en una grave crisis política después de que el ejército anunció la toma del poder tras la huida del presidente Andry Rajoelina a Francia. Los dramáticos acontecimientos ocurrieron el martes cuando un alto oficial militar declaró en la radio nacional que las fuerzas armadas asumían el control, lo que significó una escalada significativa en las semanas de agitación política.
Confrontación parlamentaria y huida presidencial
La crisis alcanzó su punto máximo cuando la Cámara Baja votó casi unánimemente para destituir al presidente Rajoelina, solo horas después de que el presidente intentara disolver el parlamento mediante un decreto en redes sociales. 'Este decreto no tiene validez legal,' declaró el líder de la oposición Siteny Randrianasoloniaiko, reflejando el estancamiento constitucional que paralizaba al país.
Rajoelina, quien huyó de Madagascar el domingo a bordo de un avión militar francés, se dirigió a la nación a través de las redes sociales y dijo que partía 'por temor por mi vida' pero se mantuvo firme. 'No permitiré que Madagascar sea destruido,' afirmó, mientras se negaba a renunciar a pesar de la creciente presión.
Papel decisivo de la unidad CAPSAT
La crisis se intensificó cuando la unidad militar de élite CAPSAT, que había ayudado a Rajoelina a llegar al poder en 2009, se unió a las protestas antigubernamentales. La unidad declaró tener el control de todas las fuerzas armadas y nombró a un nuevo líder militar, un paso que fue aceptado por el ministro de defensía. 'La situación es muy volátil e impredecible,' advirtió la embajada estadounidense, recomendando a los ciudadanos permanecer en sus hogares.
La decisión de CAPSAT de rechazar órdenes de disparar contra manifestantes fortaleció las protestas lideradas por la Generación Z que comenzaron el 25 de septiembre debido a cortes crónicos de agua y electricidad, pero rápidamente se expandieron a un descontento más amplio sobre pobreza, corrupción y estancamiento económico.
Crisis humanitaria y reacción internacional
Las Naciones Unidas han reportado al menos 22 muertes como resultado de las protestas y criticaron la 'respuesta violenta' de las autoridades ante lo que inicialmente eran manifestaciones pacíficas. Se han impuesto toques de queda nocturnos en las principales ciudades, incluida la capital Antananarivo, mientras la situación de seguridad se deteriora.
La Unión Africana ha pedido calma y moderación a todas las partes involucradas, mientras observadores internacionales monitorean la situación de cerca. 'Estamos presenciando la crisis política más significativa en Madagascar desde que Rajoelina llegó al poder por primera vez tras el golpe militar de 2009,' señaló un analista político regional.
El vacío de poder creado por la partida de Rajoelina y la intervención militar deja el futuro de Madagascar incierto, con expertos constitucionales advirtiendo que el país enfrenta un período de transición complejo que podría tener consecuencias duraderas para sus instituciones democráticas.