La líder regional de la UE, Kata Tüttő, critica el plan presupuestario de 2 billones de euros de la Comisión por centralización y socavar la política de cohesión regional. Advierte sobre una competencia estilo 'Juegos del Hambre' entre regiones y menos control democrático.

Propuesta de presupuesto de la UE enfrenta resistencia regional
Kata Tüttő, presidenta del Comité Europeo de las Regiones, se opone firmemente al Marco Financiero Plurianual (MFP) de la Comisión Europea de 2 billones de euros para 2028-2034. La propuesta reasigna fondos hacia seguridad y defensa, y reestructura la política de cohesión que apoya el desarrollo regional.
Críticas de 'Juegos del Hambre'
Tüttő acusa a la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, de crear un escenario similar a 'Los Juegos del Hambre', donde las regiones compiten por recursos limitados. 'Todo lo que a Ursula von der Leyen no le interesa se mete en un mismo saco', declaró Tüttő, señalando áreas descuidadas como el desempleo juvenil, el cuidado infantil y los subsidios agrícolas.
Política de cohesión bajo presión
La reestructuración propuesta fusionaría la Política Agrícola Común (PAC) y los fondos de cohesión en un presupuesto central. Tüttő advierte que esto 'rompe la columna vertebral de la política de cohesión', que tradicionalmente reduce las diferencias económicas entre las regiones de la UE. 'No somos Estados Unidos. Europa se basa en sus regiones: su diversidad es su fuerza', enfatizó durante una conferencia de prensa en Bruselas.
Preocupaciones sobre rendición de cuentas democrática
La eurodiputada alemana Monika Hohlmeier compartió preocupaciones sobre la reducción del control parlamentario. 'Hay un cambio en el equilibrio de poder entre las instituciones de la UE', señaló Hohlmeier, advirtiendo que el plan 'pone en peligro el control democrático y la codecisión del Parlamento Europeo'.
Negociaciones próximas
La propuesta ahora entra en negociaciones entre los estados miembros y el Parlamento Europeo, con un plazo límite a finales de 2027. Tüttő exige que la política de cohesión se mantenga independiente: 'No es un fondo de caridad, es una herramienta estabilizadora y un pegamento a largo plazo para la política europea'. El resultado podría redefinir el desarrollo regional durante décadas.