
Las tasas de fertilidad globales caen a un mínimo histórico
La tasa de fertilidad global ha alcanzado un mínimo histórico, con países como Corea del Sur, Taiwán y Ucrania reportando cifras de 1.0 o menos. Esta tendencia, impulsada por el desarrollo económico, la urbanización y cambios en las normas sociales, tiene profundas implicaciones para las poblaciones que envejecen en todo el mundo.
Consecuencias económicas y sociales
La disminución de las tasas de fertilidad plantea desafíos significativos, como escasez de mano de obra, mayor presión sobre los sistemas de pensiones y un crecimiento económico más lento. Los países desarrollados, donde las tasas ya están por debajo del nivel de reemplazo, son los más afectados. Por ejemplo, Japón y España, con tasas de 1.2 o menos, enfrentan envejecimiento poblacional y reducción de la fuerza laboral.
Cambios culturales
Factores culturales, como matrimonios tardíos, mayor educación entre las mujeres y el aumento de los costos de crianza, contribuyen a tasas de natalidad más bajas. Por otro lado, países en desarrollo como Níger, con una tasa de fertilidad de 6.1, aún experimentan altas tasas de natalidad debido al acceso limitado a anticonceptivos y menor participación laboral femenina.
Proyecciones futuras
Las Naciones Unidas predicen que la fertilidad global seguirá disminuyendo, cayendo por debajo del nivel de reemplazo de 1.8 para 2100. Esto podría llevar a un pico en la población mundial hacia 2084, seguido de un declive gradual. Los responsables políticos están llamados a abordar estas tendencias mediante incentivos para la formación de familias y apoyo a poblaciones envejecidas.