Nuevas normas globales de avistamiento de ballenas establecen requisitos de distancia mínima y pautas de comportamiento para proteger a los mamíferos marinos de perturbaciones.

Normas más estrictas para actividades de avistamiento de ballenas
Nueva normativa exhaustiva para el avistamiento de ballenas se está implementando a nivel mundial para proteger a los mamíferos marinos de la creciente perturbación humana. Las directrices establecen distancias mínimas de aproximación, límites de velocidad y protocolos de comportamiento para embarcaciones que operan cerca de ballenas, delfines y otros cetáceos.
Medidas clave de protección
La normativa actualizada estipula que las embarcaciones deben mantener una distancia mínima de 100 yardas (91 metros) de la mayoría de especies de ballenas y 50 yardas (46 metros) de delfines y marsopas. En ciertas áreas sensibles, como zonas de cría o alimentación, estas distancias se amplían a 200 yardas o más. "Estas medidas son esenciales para prevenir la perturbación del comportamiento y el daño físico a estos magníficos animales," afirma la Dra. María Rodríguez, bióloga marina del Instituto de Conservación Oceánica.
Esfuerzos de implementación global
Países como Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda han adoptado marcos similares basados en los principios de la Ley de Protección de Mamíferos Marinos. La Comisión Ballenera Internacional reporta que más de 13 millones de personas participan anualmente en avistamientos de ballenas, generando aproximadamente $2.1 mil millones en ingresos turísticos a nivel mundial.
Aplicación y cumplimiento
NOAA Fisheries y autoridades locales están incrementando patrullas e implementando sistemas de monitoreo para garantizar el cumplimiento. Las infracciones pueden resultar en multas significativas que van desde $5,000 hasta $25,000 por incidente. "Ya estamos viendo cambios positivos en el comportamiento de las ballenas," observa el capitán James Wilson, un operador experimentado de avistamiento de ballenas. "Los animales están más relajados y se mueven de manera más natural cuando respetamos su espacio."
Base científica de la normativa
Investigaciones demuestran que las aproximaciones cercanas por embarcaciones pueden causar estrés, alterar patrones de alimentación y separar a las madres de sus crías. Las nuevas normas se basan en décadas de observación científica que demuestran que los cetáceos necesitan espacio suficiente para comportarse naturalmente sin interferencia humana.