
Programas de drones en áreas protegidas
Los parques nacionales de todo el mundo están utilizando más drones para combatir la caza furtiva y monitorear la vida silvestre. Aviones no tripulados equipados con cámaras térmicas e inteligencia artificial patrullan ahora áreas protegidas. En la Reserva Ol Pejeta de Kenia, los drones han prevenido la caza furtiva de rinocerontes desde 2017. El Parque Nacional Corcovado de Costa Rica reportó 95 acciones contra la caza furtiva a principios de 2025.
Avances tecnológicos
Los drones modernos utilizan imágenes térmicas FLIR para detectar cazadores furtivos durante la noche. Los algoritmos de IA distinguen entre animales y humanos, enviando alertas inmediatas. El Proyecto de Tecnología contra el Crimen de Vida Silvestre de WWF ha desplegado más de 100 drones en África desde 2012. "Las cámaras térmicas permiten a los guardabosques ver en completa oscuridad", afirma Eric Becker de WWF. En el Parque Nacional Kafue de Zambia, los drones redujeron la caza furtiva de elefantes en un 76%.
Casos de éxito
Kenia registró cero casos de caza furtiva de rinocerontes en 2025, por primera vez en 20 años, gracias en gran parte a los drones. El Área de Conservación Guanacaste en Costa Rica utiliza drones con cámaras SPI Infrared X20 a lo largo de 1.200 km de costa. En el primer trimestre de 2025, estos sistemas ayudaron a interceptar $228.000 en bienes ilegales. Los drones también rastrean rutas migratorias, ayudando a los ecólogos a diseñar corredores de vida silvestre.
Desafíos futuros
A pesar de los éxitos, persisten desafíos. La financiación limitada dificulta el uso de drones en países en desarrollo. Las preocupaciones sobre privacidad generan debates en la UE, aunque los parques enfatizan que los drones solo monitorean áreas no habitadas. Los avances continúan con drones solares que pueden volar más de 12 horas y drones submarinos para reservas marinas como la Isla del Coco.