
Negociaciones Climáticas Internacionales Alcanzan Fase Crítica
Mientras el mundo enfrenta efectos climáticos cada vez más severos, las negociaciones internacionales sobre el clima han entrado en una fase crucial. Los países trabajan para establecer objetivos más ambiciosos de reducción de emisiones. La urgencia aumenta tras registrarse 2024 como el año más cálido de la historia, con temperaturas que superaron en más de 1,5°C los niveles preindustriales.
Acuerdo de París Bajo Presión
El Acuerdo de París, firmado en 2016 por 196 partes, sigue siendo la piedra angular de los esfuerzos climáticos globales. El tratado busca mantener el aumento de la temperatura global muy por debajo de los 2°C sobre los niveles preindustriales, preferiblemente limitado a 1,5°C. Sin embargo, los compromisos actuales bajo el acuerdo aún llevarían a un calentamiento de aproximadamente 2,8°C para finales de siglo.
Bajo el marco de París, cada país determina sus propios objetivos de emisiones a través de Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC). Estas contribuciones deben volverse progresivamente más ambiciosas con el tiempo. El acuerdo requiere que los países presenten NDC actualizadas cada cinco años, esperándose la próxima ronda importante de presentaciones en 2025.
Puntos Clave de Negociación
Las negociaciones actuales se centran en varias áreas críticas:
- Plazos de reducción de emisiones: Muchos países desarrollados abogan por objetivos más agresivos para 2030
- Financiación climática: Los países en desarrollo buscan más financiación para adaptación y mitigación
- Pérdidas y Daños: La compensación por desastres relacionados con el clima sigue siendo controvertida
- Transferencia de tecnología: Compartir tecnologías de energía limpia con países en desarrollo
Principales Actores y Posiciones
La Unión Europea aboga por compromisos más fuertes y propone una reducción de emisiones del 55% para 2030 en comparación con los niveles de 1990. China, el mayor emisor mundial, se ha comprometido a que sus emisiones alcancen su punto máximo antes de 2030 y lograr la neutralidad de carbono para 2060. Estados Unidos, tras su regreso al acuerdo en 2021, ha establecido un objetivo de reducción del 50-52% respecto a los niveles de 2005 para 2030.
Los países en desarrollo, especialmente aquellos más vulnerables a los efectos climáticos, solicitan mayor apoyo financiero y transferencia de tecnología para ayudarles en la transición hacia economías bajas en carbono y abordar las necesidades de adaptación.
Imperativo Científico
Según el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), limitar el calentamiento a 1,5°C requiere que las emisiones globales se reduzcan aproximadamente un 50% para 2030 y alcancen cero neto para 2050. Las trayectorias actuales muestran que el mundo no está en camino de cumplir estos objetivos, lo que hace que las negociaciones de 2025 sean particularmente críticas.
El éxito de estas negociaciones determinará si el mundo puede evitar las consecuencias más catastróficas del cambio climático, incluyendo condiciones meteorológicas extremas más frecuentes e intensas, aumento del nivel del mar y colapso de ecosistemas.