La cumbre de la OTAN de 2025 en La Haya produjo un compromiso histórico de gastar el 5% del PIB en defensa para 2035, reforzó el despliegue en el flanco oriental y el apoyo a Ucrania, mientras pospuso las decisiones sobre membresía.
El Compromiso Histórico de Gasto en Defensa de la OTAN
La cumbre de la OTAN de 2025 en La Haya ha producido lo que los líderes de la alianza denominan un 'punto de inflexión histórico' para la seguridad transatlántica. En una declaración histórica emitida el 25 de junio de 2025, la alianza de 32 miembros se ha comprometido a invertir anualmente el 5% de su PIB colectivo en defensa y seguridad para 2035. Esto representa una escalada significativa respecto al objetivo anterior del 2%, que muchos miembros tenían dificultades para alcanzar.
La Declaración de la Cumbre de La Haya esboza un marco de gasto detallado: el 3,5% del PIB se asignará a necesidades de defensa central y a los objetivos de capacidad de la OTAN, mientras que hasta un 1,5% podrá destinarse a la seguridad de infraestructuras críticas, ciberseguridad, preparación civil, innovación y fortalecimiento de la base industrial de defensa. 'No se trata solo de alcanzar objetivos, sino de una transformación fundamental de nuestra postura de defensa colectiva para el siglo XXI', declaró el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, en sus comentarios finales.
Postura Estratégica y Cambios en el Despliegue
Los resultados de la cumbre reflejan un cambio fundamental en el pensamiento estratégico de la OTAN. Con la guerra continua de Rusia en Ucrania entrando en su cuarto año, los líderes de la alianza han pasado de medidas reactivas a una planificación proactiva a largo plazo. La declaración identifica explícitamente a Rusia como una 'amenaza a largo plazo', manteniendo abiertos los canales diplomáticos para la desescalada.
Las estrategias de despliegue recibieron una atención considerable, con planes para estacionar permanentemente más tropas en los estados miembros de Europa del Este. 'Pasaremos de unidades rotativas a una presencia permanente en nuestro flanco oriental', explicó un alto funcionario militar de la OTAN que pidió permanecer en el anonimato. 'Esto envía un claro mensaje de disuasión y permite un mejor entrenamiento e integración con los países anfitriones.'
La alianza también se ha comprometido a expandir sus fuerzas de reacción rápida y a mejorar los sistemas de defensa aérea y antimisiles en todos los estados miembros. Este despliegue está diseñado para contrarrestar lo que las evaluaciones de inteligencia de la OTAN describen como 'amenazas híbridas cada vez más sofisticadas' que combinan presión militar convencional con ciberataques y campañas de desinformación.
Apoyo a Ucrania y Cuestiones de Membresía
Aunque la cumbre reafirmó el 'compromiso inquebrantable' de la OTAN con la defensa colectiva según el Artículo 5, las cuestiones sobre la posible membresía de Ucrania quedaron sin resolver. La declaración establece que 'la seguridad de Ucrania es integral para la seguridad del área euroatlántica', pero no ofreció un calendario claro para la adhesión.
En su lugar, los líderes de la OTAN acordaron incluir las contribuciones directas a la defensa de Ucrania en sus cálculos de gasto, un cambio de política significativo que reconoce la naturaleza interconectada de la seguridad europea. 'Cada euro gastado en la defensa de Ucrania es una inversión en la prevención de un conflicto más amplio', señaló el presidente polaco, Andrzej Duda, durante las discusiones de la cumbre.
La alianza también anunció programas de entrenamiento mejorados para las fuerzas ucranianas y una asistencia militar continua, aunque no se revelaron cifras de financiación específicas. Este enfoque refleja lo que los analistas describen como un 'acto de equilibrio' entre apoyar la defensa de Ucrania y evitar acciones que puedan escalar el conflicto hacia una confrontación directa OTAN-Rusia.
Cooperación Industrial de Defensa Transatlántica
Uno de los resultados más concretos de la cumbre se refiere a la política industrial de defensa. Los miembros de la OTAN se han comprometido a eliminar las barreras comerciales y a expandir la cooperación industrial de defensa transatlántica. Esto incluye el desarrollo conjunto de sistemas de armas de próxima generación y procesos de adquisición racionalizados.
'No podemos tener 32 industrias de defensa diferentes trabajando de forma aislada', dijo el presidente francés, Emmanuel Macron. 'La magnitud de las amenazas actuales requiere una producción e innovación integradas a través del Atlántico.'
La declaración menciona específicamente tecnologías emergentes como la inteligencia artificial, la computación cuántica y las armas hipersónicas como áreas prioritarias para el desarrollo conjunto. Este enfoque tecnológico representa un reconocimiento de que los conflictos futuros se ganarán tanto en laboratorios de investigación como en campos de batalla.
Implicaciones de Seguridad Más Amplias
Además de las preocupaciones de defensa directa, la cumbre abordó desafíos de seguridad más amplios, incluido el impacto del cambio climático en las operaciones militares, particularmente en el Ártico. Los líderes de la OTAN reconocieron que el deshielo de los casquetes polares crea nuevas vulnerabilidades estratégicas al tiempo que abre áreas previamente inaccesibles a un posible conflicto.
La alianza también mantuvo su alcance estratégico hacia los socios del Indo-Pacífico, lo que refleja las crecientes preocupaciones sobre la expansión militar de China. Aunque se evitó cuidadosamente enmarcarlo como una contención, la declaración enfatiza los 'intereses de seguridad compartidos' con socios como Japón, Corea del Sur y Australia.
La trayectoria de gasto será revisada en 2029 en base a evaluaciones del entorno estratégico, creando un mecanismo incorporado para el ajuste a medida que evolucionen las amenazas. Este enfoque flexible reconoce la naturaleza impredecible de los desafíos de seguridad del siglo XXI al tiempo que proporciona una dirección clara para la próxima década.
Como señaló la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen: 'La Cumbre de La Haya marca un punto de inflexión para la seguridad europea. Pasamos de la aspiración a la implementación, de las promesas a compromisos concretos que darán forma a nuestro panorama de defensa durante generaciones.'
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