Los hospitales en Gaza son atacados sistemáticamente, dejando ninguno completamente funcional. Los suministros médicos escasean y los pacientes quedan atrapados en instalaciones sitiadas. La atención neonatal colapsó, dejando a miles de recién nacidos sin cuidados críticos. Expertos alertan que estos ataques violan el derecho internacional.

Jóvenes revisan cajas de cartón quemadas en el almacén del hospital Nasser en Khan Younis, Gaza, recientemente bombardeado por Israel. Un video de Reuters muestra a trabajadores moviendo palés ennegrecidos y limpiando cenizas de botellas de suero, buscando suministros médicos restantes.
'Vemos cómo nuestro trabajo se reduce a cenizas', dijo un socorrista a Medical Aid for Palestinians. El hospital Nasser ya fue atacado la semana pasada. Otros centros, como el hospital Indonesia en el norte y el hospital Europeo en el sur, también fueron bombardeados.
Tras el ataque al hospital Europeo, el hospital de campaña de la Cruz Roja en Rafah intentó recibir pacientes. 'Pero la escasez de combustible impidió su transporte. Las ambulancias casi no funcionan', explicó Danielle Brouwer de la Cruz Roja.
Según las autoridades de Gaza, los 36 hospitales han sido atacados en el último año y medio, y ninguno opera plenamente. Muchos, como Kamal Adwan y Beit Hanoon en el norte, cerraron. El hospital Indonesia, ahora sitiado, es el único que funciona parcialmente.
El Dr. Marwan Al-Sultan, director, describió la situación como 'aterradora', con pacientes y personal atrapados. 'Ayúdennos antes de que sea demasiado tarde', imploró.
La atención materno-infantil colapsó, con solo dos hospitales en Gaza ciudad ofreciendo servicios limitados. La ONU estima que unos 50.000 bebés han nacido desde el inicio de la guerra, muchos sin acceso a cuidados críticos.
Expertos advierten que la destrucción deliberada de la infraestructura médica viola el derecho internacional y podría constituir genocidio bajo la Convención correspondiente.