EEUU enfrenta críticas bipartidistas tras un segundo ataque que mató a supervivientes de un barco venezolano. El Secretario Hegseth habría dado una orden de 'matar a todos', lo que genera preocupaciones sobre crímenes de guerra.
Controversia por presunta orden de 'matar a todos' en operación caribeña
Una gran tormenta política se ha desatado en Washington tras revelaciones de que tropas estadounidenses ejecutaron un segundo ataque contra supervivientes de un asalto previo a un presunto barco de contrabando de drogas venezolano en septiembre. Según un informe de The Washington Post, el Secretario de Guerra Pete Hegseth habría dado una directiva de 'matar a todos' durante la operación, lo que llevó a un ataque de seguimiento que mató a dos supervivientes que se aferraban a los restos del naufragio.
El incidente del 2 de septiembre
El incidente ocurrió el 2 de septiembre cuando aviones de reconocimiento estadounidenses siguieron una embarcación con 11 personas a bordo que, según analistas de inteligencia, se sospechaba transportaba drogas. Tras un primer ataque, dos supervivientes habrían permanecido con vida y aferrados a escombros cuando se ordenó un segundo ataque. Las 11 personas a bordo murieron durante la operación.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó que Hegseth autorizó el ataque al buque, pero afirmó que la orden para el segundo ataque provenía del almirante Frank Bradley. 'El presidente Trump y el secretario Hegseth han dejado claro que los grupos narcoterroristas designados por el presidente pueden ser objeto de ataques letales bajo las leyes de guerra,' dijo Leavitt durante una tensa sesión informativa.
Creciente preocupación en el Congreso
Legisladores de ambos partidos han sonado la alarma sobre el incidente. El senador demócrata Tim Kaine dijo a The Washington Post que el segundo ataque representaba 'una clara violación' de las leyes de guerra estadounidenses y del derecho internacional. 'Así que si es cierto, esto alcanza el nivel de un crimen de guerra,' añadió.
El representante republicano Michael R. Turner hizo eco de estas preocupaciones y dijo: 'Si eso sucedió, es un asunto serio y claramente una acción ilegal.' La crítica bipartidista marca un cambio significativo, ya que los republicanos generalmente han sido reacios a criticar las operaciones militares de la administración Trump.
Implicaciones legales e internacionales
La controversia plantea serias preguntas sobre la legalidad de los ataques estadounidenses en el Caribe. Según un análisis de la BBC, expertos en derecho internacional dudan de que estas operaciones cumplan con la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, que generalmente prohíbe interferir con barcos en aguas internacionales, excepto en circunstancias limitadas como la 'persecución en caliente'.
La administración Trump ha llevado a cabo aproximadamente 21 ataques letales contra presuntos barcos narcoterroristas frente a la costa de Venezuela desde principios de septiembre, matando al menos a 83 personas según USA Today. La administración afirma que estas operaciones son legales bajo la ley estadounidense e internacional, citando la presunta participación de Venezuela con carteles de la droga designados como organizaciones terroristas.
La polémica gestión de Hegseth
El Secretario de Guerra Pete Hegseth, el 29º Secretario de Defensa de EE.UU. que asumió el cargo el 25 de enero de 2025, ha sido una figura controvertida desde el principio. Según su biografía de Wikipedia, su confirmación en el Senado requirió que el vicepresidente JD Vance rompiera un empate después de que surgieran acusaciones de conducta sexual indebida, mala gestión financiera y consumo excesivo de alcohol durante las audiencias. El ex presentador de Fox News de 44 años es el segundo secretario de Defensa más joven en la historia de EE.UU.
Hegseth ha defendido las operaciones en Venezuela como 'ataques letales y cinéticos' que son legales bajo la ley estadounidense e internacional, aprobados por abogados militares. Sin embargo, la presión sobre él aumenta a medida que surgen más detalles sobre el incidente del 2 de septiembre.
Preocupaciones estratégicas más amplias
Los ataques son parte de una mayor acumulación militar estadounidense en el Caribe. Según Military.com, EE.UU. ha desplegado aproximadamente 15.000 efectivos militares en el área, incluido el portaaviones más grande del país, el USS Gerald R. Ford.
Sin embargo, los críticos argumentan que la campaña es contraproducente. Un análisis en The Atlantic señala que Colombia, que proporciona el 85% de la inteligencia útil a los grupos de trabajo estadounidenses, ha suspendido el intercambio de inteligencia debido a los ataques, aunque otra cooperación continúa.
El presidente Trump ha intentado distanciarse del controvertido segundo ataque y dijo a los reporteros: 'Yo no habría querido eso.' Esta declaración parece estar influenciada por el inusual consenso bipartidista que surge en el Congreso, donde incluso el propio partido de Trump adopta un tono más crítico hacia las operaciones militares de la administración.
La controversia continúa desarrollándose mientras los comités del Congreso prometen una 'vigilancia vigorosa' de los ataques, y expertos legales advierten que atacar a supervivientes bajo el derecho internacional puede constituir crímenes de guerra.
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